El Sporting de Portugal disputó el jueves en Kazajistán su encuentro de Europa League contra el Astana. Aunque luego remontó, el club portugués empezó perdiendo gracias a un gol de Tomasov, que recibió un pase desde la banda derecha antes de pegarle de volea.
Por esa banda, la izquierda para el equipo de los leones, jugaba el exmadridista Fabio Coentrao, que tras el tercer gol de su equipo fue sustituido para dar entrada a Rodrigo Andrés Battaglia. Sin embargo, al llegar al banquillo, el lateral ofreció una curiosa imagen.
El exjugador madridista se puso a llorar y tuvo que ser consolado por el cuerpo técnico del club. Hasta el presidente Bruno Carvalho se acercó a hablar con él. Después de que la imagen haya dado la vuelta al mundo, el jugador explica sus razones.
"¿Cómo es posible haber estado un partido entero siendo insultado y agredido por aficionados? Más aún: ¿cómo es posible haber visto una tarjeta amarilla cuando yo fui víctima de una agresión por un adversario que me puso el dedo en el ojo? Otro adversario tiró la pelota contra mí, y para colmo, tener que pasar por un túnel y estar expuesto a nuevos insultos, escupitajos y ser agredido con el lanzamiento de mecheros, en una clara falta grave de seguridad que viola los reglamentos, porque el túnel, en estos casos, ¿tiene que ser abierto para la protección de los atletas", escribió en su red social.
Y añadió: "Soy humano y también tengo derecho a la indignación, con la certeza de que estaré aquí hasta el final a luchar con todas mis mías fuerzas", sentenció.
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