Segunda alegría para los 'Reds'. En el partido por la Premier League entre Liverpool vs. Chelsea, a los 30', Roberto Firmino convirtió el 2-0 con un genial cabezazo dentro del área.
ASÍ FUE EL PARTIDO
Empezó Stamford Bridge sacando una pancarta en homenaje a Eden Hazard y acabaron los aficionados 'Blue' acordándose de los viejos tiempos de la estrella belga al ser sometidos por la maquinaria perfecta, que también sabe sufrir, del Liverpool de Jürgen Klopp.
1-2 en Londres y los 'Reds' ya tienen cinco puntos de ventaja ante el Manchester City. Lo han conseguido después de una demostración más del gran equipo que son y de la capacidad que tiene Klopp para encajar las piezas y sacar a un futuro campeón de la Premier League, pese al sufrimiento de los últimos minutos de partido ante un Chelsea que pudo merecer más.
Y eso que los 'Blues' llegaban tocados. Hace escasos días retornaban a la Liga de Campeones con una sonada derrota en este mismo césped, ante un rival que está a años luz del Liverpool como es el Valencia.
Lampard, que entonces ganó el medio a los valencianistas con la defensa de cinco, volvió a su esquema del 4-3-3, con Emerson en lugar de Marcos Alonso.
Y perdió el control. Quizás no lo hubiera tenido nunca ni con once medios sobre el campo. El Liverpool se mueve como pez en el agua ante los grandes y el Chelsea fiaba sus posibilidades a las transiciones ofensivas rápidas tras algún destello individual en el medio.
Una apuesta muy peligrosa ante un equipo que es capaz de dañar con todo y de aprovechar cualquier error. Esta vez fue Andreas Christensen el que lo cometió. El central danés se llevó por delante a Sadio Mané en la frontal, en una posición deliciosa para el balón parado. Salah atrajo las miradas, desató la jugada ensayada y tocó con el tacón para que Alexander-Arnold, desde atrás, fusilase a la escuadra.
Nada inesperado. El Liverpool lo merecía, pero esto es fútbol inglés y al Chelsea, que cada vez que llegaba lo hacía con mucho peligro, le hizo falta lo mínimo para empatar. Gran triangulación por banda izquierda, centro de Willian, remate de Abraham con la espuela y rechace que César Azpilicueta mandó para dentro. Hasta que en las pantallas de 'The Bridge' apareció el VAR.
Había fuera de juego en el inicio de la jugada y Michael Oliver anuló el tanto.
El público se encendió en cuestión de segundos y se enfrió con la siguiente jugada del Liverpool. Otro balón parado. Otra jugada ensayada. La colgó Andy Robertson y Firmino, aprovechando la pasividad de la defensa 'Blue', remató en el punto de penalti e hizo el segundo.
Ni siquiera los problemas físicos dieron un respiro a Lampard, que antes del descanso tuvo que quitar a Emerson y Christensen por lesión.
Tampoco Abraham tuvo el acierto de otros días y en un mano a mano, la más clara para los suyos, se encontró con un gigante Adrián San Miguel.
La segunda parte cambió el rostro de ambos conjuntos. El Chelsea se vio casi amenazado por la grada a intentar más cosas y el Liverpool se conformaba con el resultado y estiraba cada parón de juego para arañar segundos, despertando los silbidos en el campo.
El balón parado y los contraataques siguieron siendo la mejor arma para los 'Reds', que tuvieron el tercero en un remate de Firmino que salvó con una gran mano Kepa.
La respuesta del Chelsea llegó por Kanté. El francés, pese a la inactividad que arrastraba por una lesión en el tobillo, se puso a tirar del carro. Se quedó cerca del gol con un disparo desde la frontal y afinó la puntería para el siguiente. Una gran jugada individual desde tres cuartos que finalizó con un rápido remate a la escuadra.
Al Liverpool se le hizo largo el encuentro y acabó pidiendo la hora, mientras el Chelsea, que quizás mereció algo más que la derrota, vio cómo su última gran ocasión se perdió junto al palo en un cabezazo de Batshuayi.
Pese al sufrimiento final, el Liverpool aguantó el resultado y se queda líder de la Premier, con 18 puntos de 18 posibles, con cinco de ventaja sobre el Manchester City. El Chelsea, por su parte, es undécimo, con once unidades.
Fuente: EFE