Daniel Sturridge marcó un espléndido gol de zurda en la final de la Europa League frente a Sevilla.
A los 34, el delantero se metió en el área por el sector izquierdo y sacó un latigazo, a tres dedos, como se dice, para vencer al golero rival, abrir la cuenta y propiciar la locura de los hinchas ‘reds’ en el estadio.