Senna falleció con apenas 34 años tras perder el control de su automóvil a 300 kilómetros por hora y estrellarse contra el muro cuando completaba la sétima vuelta en el Gran Premio de San Marino.
El fallecido piloto brasileño Ayrton Senna, tricampeón mundial de la Fórmula Uno y uno de los máximos ídolos del país, fue proclamado este miércoles como el Patrono del Deporte Brasileño.
La ley que le confiere el título póstumo al piloto fue publicada este miércoles en el Diario Oficial de la Unión tras haber sido sancionada por el vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, que ejerce interinamente como jefe de Estado debido al viaje de Luiz Inácio Lula da Silva a Portugal y España.
El homenaje al ídolo, que murió el 1 de mayo de 1994 en un accidente cuando disputaba el Gran Premio de San Marino en la pista de Ímola, fue una iniciativa del diputado Filipe Barros y el respectivo proyecto de ley, tras pasar por la Cámara baja, fue aprobado el pasado 29 de marzo por el pleno del Senado.
"Ayrton Senna estableció un nuevo nivel de excelencia para el deporte. Fue incansable en la búsqueda de superar sus propios límites y fue responsable por algunos de los momentos más destacados en la memoria de los aficionados brasileños", afirmó Barros en el texto con que justificó su proyecto.
Senna, la esperanza de un pueblo
"En el auge de su actuación representaba una de las pocas esperanzas de un pueblo carente de victorias y grandes conquistas. Y a cada conquista dejaba claro su orgullo de ser brasileño", dijo por su parte el senador Dário Berger, que fue relator del proyecto en el Senado.
El proyecto de ley cita diferentes encuestas que señalan al piloto como un "héroe nacional y uno de los grandes deportistas en la historia de Brasil".
Senna nació el 12 de marzo de 1960 en Sao Paulo y falleció con apenas 34 años tras perder el control de su automóvil a 300 kilómetros por hora y estrellarse contra el muro cuando completaba la sétima vuelta en el Gran Premio de San Marino.
Su partida generó conmoción en Brasil
Su adiós fue una conmoción nacional en Brasil, país al que dejó huérfano, ya que desde su muerte ningún brasileño ha vuelto a levantar un campeonato mundial en la máxima categoría del automovilismo.
Como piloto de las escuderías Toleman, Lotus, McLaren y Williams entre 1984 y 1994, ganó los títulos de las temporadas de Fórmula Uno en 1988, 1990 y 1991 y fue subcampeón en 1989 y 1993. En sus once años en la máxima categoría del automovilismo, sumó 41 victorias, 80 podios y 65 primeros lugares en la parrilla en tan solo 162 clasificaciones.