La Copa del Mundo es un torneo que poco a poco se fue confeccionando hasta convertirse en el evento deportivo más importante, incluso por encima de los Juegos Olímpicos. La periodicidad de realizarse cada cuatro años nunca ha cambiado –solo interrumpida por la Segunda Guerra Mundial–, mientras que el criterio de una sede única y el número de selecciones participantes se adaptó de acuerdo a los tiempos.
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Sin embargo, hoy vive una completa revolución bajo el mandato de Gianni Infantino en la FIFA, quien nunca ha negado su deseo por masificar esta competencia y acercarla a la mayor cantidad de países posibles. Y las próximas tres ediciones son muestra de este objetivo. Para los Mundiales de 2026, 2030 y 2034, 10 países de cuatro continentes formarán parte de la organización, con al menos un partido mundialista en su territorio. Sí, el sueño del italiano se ha hecho realidad y será parte de su legado.
La masificación del Mundial
Ayer, el mandamás de la FIFA confirmó que para 2034 la Copa del Mundo regresará a Medio Oriente y se disputará en Arabia Saudita, tan solo 12 años después que se jugara en Qatar, al ser la única candidatura que se presentó para esa edición.
Cuando Gianni Infantino tomó las riendas de la FIFA en 2016 -luego del escándalo de sobornos que desencadenó el llamado FIFA Gate y la caída de Joseph Blatter- ya estaban designadas las sedes mundialistas hasta Qatar 2022.
En estas 22 ediciones, que comenzaron su historia en Uruguay 1930, solo 18 países habían organizado la máxima competición: ocho de Europa (Italia, Francia, Suiza, Suecia, Inglaterra, Alemania, España y Rusia), seis de América (Uruguay, Brasil, Chile, México, Argentina y Estados Unidos), tres de Asia (Corea del Sur, Japón y Qatar) y uno de África (Sudáfrica).
Sin embargo, en sus primeros 70 años de existencia, las sedes solo se repartieron entre Europa (en nueve ocasiones) y América (siete ocasiones), hasta que en 2002 por primera vez salió de estos continentes para disputarse en Asia, con la –también inédita– sede conjunta de Japón y Corea del Sur. Ocho años después, la Copa del Mundo se trasladó a África para jugarse en Sudáfrica y abarcar cuatro continentes.
Ahora, en las próximas tres ediciones que se eligieron ya con Gianni Infantino, serán 10 los países que se involucrarán en su realización: México, Canadá y Estados Unidos en 2026; España, Portugal, Marruecos, Paraguay, Uruguay y Argentina en 2030, mientras que Arabia Saudita va por el momento solo en 2034.
Eso sí, la organización no será equitativa y algunos solo tendrán una organización simbólica; por ejemplo, en 2026 el peso lo tendrá Estados Unidos, con más del 70 por ciento del torneo en su territorio; para 2030, España será la gran protagonista, mientras que los sudamericanos solo tendrán su primer juego como local y de inmediato deberán viajar al país ibérico, a Portugal y Marruecos; en Arabia, como sede única, la gran duda se centrará en su infraestructura para recibir a 48 selecciones.
Porque precisamente ese es otro de los aportes de Infantino, el aumento a 48 equipos para 2026. Si de 1930 a 1978 se mantuvo con un máximo de 16 equipos y luego pasó a 24 entre 1982 y 1994, para estabilizarse en 32 de 1998 a 2022, ahora tendrá cupo para casi una cuarta parte de sus países afiliados (211); sí, el Mundial se ha masificado y eso que Infantino fracasó en su intento de reducir la periodicidad de cuatro a dos años, lo único en lo que ha fallado.
AVV