Un aficionado del fútbol siempre quiere conocer un poco más del deporte que lo apasiona, en especial la historia del torneo más importante, la Copa del Mundo. Sin embargo, existen ocasiones en donde, pese a tener toda la disposición, les resulta muy complicado mirar un partido completo de mundial, especialmente cuando son de los años 70 u 80.
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No existía la presión ni el juego vertiginoso que se observa hoy en día. En muchas ocasiones, a fin de hacer pasar el tiempo cuando un equipo estaba en ventaja, se rotaba el balón muy cerca al área, al acercarse el atacante rival el recurso era simple, pasársela al portero para que coja la pelota con las manos y todo vuelva a empezar.
Hasta que se jugó el Mundial de Italia 90, para muchos considerado el más defensivo de la historia, pese a contar con grandes jugadores como Enzo Francescoli, Diego Maradona o Jurgen Klinsmann. Con un promedio de 2.21 goles por partido se convirtió (y continúa siéndolo) en la Copa del Mundo con peor promedio de anotaciones en la historia del fútbol. Los equipos priorizaban la defensa y pasaban constantemente el balón al arquero, quien podía tomarla con las manos. Así pasaban varios minutos, las emociones no llegaban y varios cotejos culminaron empatados sin goles.
Fue así que la FIFA tomó la drástica decisión de prohibir que el portero tome el balón cuando se le dé un pase con el pie. Se buscaba, y se logró finalmente, que el juego sea más ágil, con menos interrupciones. En un principio, esto no fue bien tomado por los guardametas; no obstante, pasados los años, los favoreció y en el fútbol actual se destaca una virtud más de los número ‘1’ del campo, la habilidad para jugar con sus compañeros, el buen juego con el pie.
La regla introducida en 1992 fue la siguiente: “si un jugador actuando deliberadamente patea el balón hacia su portería, el arquero no podrá tocar la pelota con la mano bajo pena de un tiro libre indirecto”. También se consideró la posibilidad de que un jugador alce la pelota de forma deliberada para cabecearla y pasársela a su guardameta. En este caso, también se sanciona una falta indirecta y se castiga al futbolista con una amonestación.
Para muchos una de las mejores reglas que se han creado en este deporte en los últimos años. Principal causa de un fútbol que se hacía cada vez más aburrido, imposible de mirar. Los números le dieron la razón a la FIFA y se pudieron observar torneos con más goles, especialmente el último mundial, en donde se registró el récord del mayor número de anotaciones en una Copa del Mundo, junto con Francia 98.
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