Raiders falló en la ejecución desde la primera ofensiva que tuvo en el Estadio Azteca, y esa situación se extendió en la primera mitad, con lo que el equipo dejó que el encuentro se les fuera de las manos y se cargara del lado de los Patriotas. Y aunque es un juego en conjunto, el líder de la ofensiva salió para asumir la responsabilidad.
En la irregular tarde a la ofensiva, Derek Carr mandó pase a 11 receptores distintos, pero con prácticamente todos sufrió para hacer conexión. Michael Crabtree atrapó seis de los 11 pases que le mandaron, Jared Cook dos de los cinco, Seth Roberts cinco de los nueve y Amari Cooper tres de los siete. Entre ellos se fueron: 32 pases enviados, 16 completos.
“Tengo que lanzar mucho mejor”, comentó el mariscal de campo de los Raiders. “Los pases que fueron incompletos tienen que ver totalmente conmigo, tengo que mandarlos mejor, tengo que tener un mejor timing. Es mi responsabilidad arreglar eso y voy a trabajar para arreglarlo”.
Los otros receptores a los que le lanzó Carr fueron: Cordarrelle Patterson, DeAndre Washington, Marshawn Lynch, Jalen Richard, Jamize Olawale, Clive Walford y Johnny Holton (que no atrapó ninguno de los dos pases que le mandaron.
Y el ser exhibido de esa forma provocó que los fans de los Raiders nunca se metieran en el juego, no explotaran ni hicieran sentir al equipo como el local, algo que sí sucedió el año pasado contra los Texanos.