Aunque Óliver Pérez tiene un lugar asegurado para jugar en Liga de Verano en México con los Toros de Tijuana, aun siente que tiene muchos innings en su brazo para mantenerse en Ligas Mayores. Por eso aceptó la invitación que le hicieron los Rojos de Cincinnati y está luchando por ganarse uno de los lugares que haya en el cuerpo de relevistas.
Pérez debutó en el año 2002 con los Padres de San Diego como pitcher abridor y logró tener momentos importantes con equipos como los Piratas de Pittsburgh y Mets de Nueva York, pero las lesiones aparecieron en la campaña 2009, donde estuvo en dos ocasiones en la lista de lesionados, teniendo que ser operado de su rodilla derecha. Después de eso, en el 2011 fue dejado en libertad por los metropolitanos, quedándose fuera de los diamantes todo ese calendario.
El recuperarse mental y físicamente le tomó al oriundo de Culiacán, Sinaloa, cerca de tres años, reintentando activar su carrera pero ahora como relevista en situaciones especiales. Los Marineros de Seattle le abrieron la puerta para intentar ocupar ese sitio y no los decepcionó, cumpliendo de buena forma.
"Sobre las lesiones lo que puedo decir es que todos estamos expuestos en el terreno de juego o en tu casa o donde sea. Una lesión se puede dar en cualquier momento, por eso mismo lo importante es recuperarte pronto si llegas a tener una o a que te operen. En mi caso el reto fue agarrar mi nivel una vez más, y sabiendo lo que se vive, le diría a esos que están lastimados que le echen ganas y que su mente sea positiva", indicó Óliver, quien fue campeón con los Tomateros de Culiacán a sus 36 años de edad.
Después de Seattle, el zurdo ha logrado alargar su carrera con equipos como Diamondbacks de Arizona, Astros de Houston y los Nacionales de Washington, con quienes llegó hasta la postemporada en los dos últimos calendarios, dejando con esta escuadra un salvamento en 33 entradas lanzadas, con 39 ponches y 12 bases por bolas.
"Yo diría que el año pasado terminamos sin lesiones, fue lo más importante y ayudamos al equipo a llegar a la postemporada, así que primero el objetivo fue mantenernos saludables, después mejorar los números y luego llegar a los playoffs", agregó.
Con 15 años de experiencia en Ligas Mayores, el lanzador surgido de la Liga Infantil y Juvenil Culiacán Recursos tiene un récord de por vida de 69 victorias por 86 derrotas, con un registro de carreras limpias admitidas de 4.60, presumiendo en su registro mil 436 chocolates recetados.
Con toda esa experiencia en su brazo izquierdo y dominando ya la posición de relevista situacional, Óliver busca seguir la aventura ligamayorista ahora con los Rojos de Cincinnati, escuadra que le abrió la puerta.
El mexicano era agente libre y esperó para recibir alguna oferta que le fuera conveniente. Las semanas fueron pasando y la lista de peloteros tricolores sin equipo disminuía, pero su nombre seguía ahí. Las escuadras abrieron sus campos de entrenamiento y no había novedades hablando de MLB, pero se empezaba a cocinar la opción de jugar en México. La negociación estaba muy avanzada para que los Toros de Tijuana lo integraran a su roster cuando llegó el llamado de Cincinnati.
Hasta el momento había tenido cinco salidas en los partidos de la Liga del Cactus, con marca de 1-0, acumulando 5.2 entradas lanzadas, con ocho hits admitidos, 10 carreras, regalando cuatro bases y ponchando a siete enemigos.
"Como todo mundo lo sabe firmé contrato de Ligas Menores y me invitaron al entrenamiento. Cada año son expectativas nuevas como jugador y como organización. Aquí es cuando dejas atrás todo lo que pasó, todo lo bueno, todo lo malo, como quien dice eso ya te lo pagaron, eso queda en la historia y pues uno tiene que aprender de eso. Cincinnati es una oportunidad nueva, un equipo con tremendo talento, mucha juventud y yo vengo a enseñar lo que tengo, ya será cuestión del equipo si me toma o no", indicó.
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