La historia del chileno Marco Antonio ‘Fantasma’ Figueroa es muy rica en anécdotas en el futbol mexicano, luego de 34 años de haber pisado el país por vez primera para jugar en Morelia y ser dirigido por Antonio ‘Tota’ Carbajal.
Marco Antonio Figueroa, quien hoy dirige al Cobreloa en Chile, pero “mi residencia es Morelia desde siempre”, recuerda que sus mejores momentos en México los tuvo jugando en dos etapas con Morelia, pero lo que hizo de 1986 al 90 le valieron para ser contratado por América (90-91), equipo en el que no trascendió y al año ya estaba de vuelta a su país jugando para el Cobreloa.
AMÉRICA LE PROHIBIÓ REGRESAR A MÉXICO
“Hugo Enrique Kiese y Panchito Hernández (qepd) no me dieron la oportunidad ni la confianza como se la brindaron a otros extranjeros. Yo tenía dos años de contrato y al salir del club me transfirieron a Chile. Por contrato, pues ahí había una cláusula, me prohibieron regresar a México hasta que pasaran dos años. Fue injusta la forma en que me sacaron. Tuve que estar todo ese tiempo fuera del país y hasta el 93 volví, porque don Nicandro Ortiz le llamó a mi señora y le dijo que me compraría de nuevo para jugar en Morelia”.
El técnico que dirigía en a las Águilas era el yugoslavo Dragoslav Sekularac. “Ese señor no hablaba el idioma y era difícil entender lo que quería. Yo era el más joven en el plantel y creo que fui el refuerzo más caro en ese año (1990)”.
Cuenta el ‘Fantasma’ que no sabía por qué Sekularac no le tenía buena voluntad y un buen día “decidí encararlo y me echó a mí la culpa del Mundial del 62, imagínense, yo en el 62 nací. Me dijo que por culpa de los chilenos no ganaron el tercer lugar, que le habíamos robado. Nosotros quedamos tercero en esa Copa del Mundo y justamente vencimos a Yugoslavia. Todo se me venía encima y yo ni idea tenía (risas)”.
VIAJES DE 26 HORA EN AUTOBÚS ‘CANARIO’
Pese a todo, asegura el ‘Fantasma’ Figueroa que hizo buenos amigos en Coapa con jugadores que “se portaron bien conmigo, como ‘Negro’ Santos, Cecilio, Guillermo Huerta, Enrique Rodón, ‘Gallo’ García, Adrián Chávez, el capitán Alfredo Tena”.
Sin embargo, uno de los equipos de su vida ha sido Morelia, pese a las adversidades que se vivieron por la falta de dinero. “Los jugadores de esa etapa y la gente que trabajó en el club debe se debe de acordar mucho de lo que era el bus nuestro, el ‘Canario’. Nosotros viajábamos 26 horas por carretera hacia Ciudad Juárez, por ejemplo, sin asientos a veces, con puras colchonetas, comiendo pollo en el bus, porque a la ‘Tota’ no le gustaban los aviones. Comíamos hamburguesas”.
Señala que lo más chistoso era que “regresando después del partido, teníamos que pasar primero a León a dejar a la ‘Tota’ en su casa ante de irnos a Morelia. Son formas de llevar un grupo que han cambiado muchísimo. Aunque un club no tenga tanto dinero hace lo posible para que los jugadores viajen un poco más cómodos”.