La vida no volverá a ser igual, el día a día cambiará para siempre y el futbol también. Es imposible que el deporte más popular del mundo vuelva a funcionar igual, esta pandemia que vivimos lo modificará, obviamente, nuestro país no podía ser la excepción. Cuando un cambio se da, siempre esperamos que sea para bien, deseo de corazón que así sea.
Muchas cosas se han modificado, entiendo que en el tema económico es inevitable, la forma de trabajar ha sufrido una metamorfosis lógica, cada institución vela por sus intereses, se ajusta a la actualidad y busca subsistir a costa de lo que sea. Pero también se hicieron cambios en lo estructural y me parece que algunos fueron precipitados.
Antes de que se presentara el terrible escenario que hoy vivimos, existía el Ascenso MX y la Liga MX como las dos ligas que formaban esencialmente nuestro futbol profesional.
Hay una Liga Premier de segunda división y las categorías Sub-20 y Sub-17 de cada equipo de Primera División, esta era básicamente la conformación y estructura en Mexico. Hoy es muy distinto…
Se borró del mapa, de forma arrebatada, irresponsable y unilateral la liga de ascenso, se llevó a cabo una de las peores vergüenzas en la historia del fútbol, algo que espero que no nos haga retroceder a la era de las cavernas…
Apareció repentinamente la liga de expansión, yo me pregunto: ¿expansión de qué?, ¿expansión hacia dónde? Primero se llamó o se pensó llamar liga de desarrollo, pero ¿qué no el desarrollo lo llevan las categorías Sub-15 Sub-17 y Sub-20?
También emergió la LBM (Liga de Balompié Mexicano), un proyecto alternativo que le dará cabida a muchos futbolistas y directores técnicos en México, lo aplaudo y le doy el beneficio de la duda.
El tiempo dirá si son llamaradas de petate o se convierte en un proyecto con potencial suficiente para consolidarse en un futuro.
Bienvenido a todo aquel que invierta en el futbol, que genere empleos y le permita a muchos jóvenes mexicanos dejar prendida la velita de la ilusión por ser futbolista profesional, lo celebro.
Bienvenidas las ideas nuevas en una época donde nuestra principal obligación es renovarnos y actualizarnos ante la crisis que vivimos. Aplaudo que los cambios que vienen sean para mejorar. Que la adversidad nos haga crecer, que la emergencia sanitaria que sufrimos nos una y fortalezca.
Lo que no me gustaría es que en estos momentos de angustia y de incertidumbre que vivimos, se le permita a unos cuantos aprovecharse de la situación, que tomen el control del futbol de manera egoísta y con el único objetivo de sacar provecho para ellos mismos. Deseo fervientemente que eso no suceda, que lo que hoy escribo esté completamente alejado de la realidad, eso es lo que verdaderamente deseo.
¡Tiempo al tiempo!