A sus 32 años, el español Sergio Canales decidió dejar al Betis, club en el que alcanzó su máximo nivel futbolístico, para tratar de triunfar en el futbol mexicano. Sí, como bien apuntó en entrevista con Canal 6 y La Afición, el proyecto de Rayados lo sedujo lo suficiente para dejar los reflectores del futbol europeo en el que aún parecía tener espacio, incluso como seleccionado de su país.
“Sí, la verdad que (estoy) muy emocionado. Me voy del club más importante de mi carrera, me cuesta, y encima en un momento que me encuentro muy bien, muy agradecido. (Monterrey) Es algo que me encanta y que me han transmitido en todo momento, sobre todo su ambición, los proyectos que tiene, de ir a por todas. Desde que me contactaron para mí ha sido fundamental, estamos para competir y ganar, y esa ambición también me transmitió Héctor Moreno, coincidí con él y por eso tengo muchísimas ganas”, señaló.
Y sí, a sus 32 años Sergio está en el mejor momento de su carrera con un nivel que le permitió estar presente en 42 de los 49 partidos que tuvo el Betis en la temporada pasada, con más del 70 por ciento de los minutos disputados, de ahí que para nadie fuera sorpresa su convocatoria a la Liga de Naciones con España, como sí lo es que ahora se marche a México, una Liga que ha cambiado su estatus frente al futbol europeo.
Ya no es la Liga del retiro
A mediados de los 90, la Liga mexicana era vista en Europa como un destino exótico ideal para el retiro y no como una opción para continuar una carrera profesional. Fue así que algunas figuras de renombre llegaron precisamente a México en el ocaso de sus trayectorias.
Por ejemplo, el español Emilio Butragueño aterrizó en el Celaya 1995, luego de una era dorada con el Real Madrid, para despedirse de las canchas tres años después; la misma fórmula la replicó su compatriota Míchel González, quien solo estuvo un año en el conjunto guanajuatense antes de anunciar su retiro en 1997; justo en ese mismo año, el alemán Bernd Schuster escogió a Pumas como su último club profesional, al igual que el español José Mari Bakero con Veracruz.
En la última década la situación ha cambiado por completo y cada vez son más los jugadores del Viejo Continente que se aventuran a venir a la Liga MX en un afán de competir y probar otro estilo de juego. El caso más concreto es el del francés André-Pierre Gignac, quien a sus 29 años y luego de ser campeón de goleo en la Liga de Francia con el Marsella, aceptó la propuesta de Tigres. Su nivel en México le alcanzó para ser convocado a su selección que jugó la Eurocopa de 2016.
De ahí, otros europeos siguieron los pasos de Gignac, pero con menor fortuna; por ejemplo, Jérémy Ménez llegó al América con 31 años, igual con la etiqueta de ex seleccionado francés, pero las lesiones y la falta de actitud le dieron poca continuidad. El neerlandés Vicent Janssen (seleccionado de su país en la última Copa del Mundo) tenía apenas 25 años cuando aceptó la oferta de Rayados; sí, fue campeón en su primera temporada, pero no tuvo el peso que se esperaba y salió a mediados de 2022.
Finalmente, Florian Thauvin fue el último fichaje mediático que hubo en la Liga MX porque llegó como campeón del mundo con Francia; el francés dejó al Marsella a sus 28 años para fichar con Tigres, pero después de dos años se rescindió su contrato al nunca afianzarse en el equipo.
Hoy, el español Sergio Canales quiere protagonizar otra historia de éxito europeo en México. A sus 32 años le queda mucho futbol por delante, así como el reto de convertirse en un ídolo para Monterrey.
FCM