Randy Arozarena era un total desconocido para la República Mexicana, pero luego de su extraordinaria participación en el Clásico Mundial, el nacido en Cuba se robó el corazón de los mexicanos que seguían de cerca a la novena tricolor. Sin embargo, el pelotero tuvo que atravesar mar y tierra para llegar hasta una nación en donde se transformó en figura.
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La vida de Arozarena ha sido más que complicada, pues desde una muy temprana edad tuvo que dar un paso al frente para hacerse cargo de su familia, luego de su padre falleciera por intoxicación tras comer mariscos, según reveló para la revista GQ México.
Así fue el día en el que Arozarena escapó de Cuba
Desde que era un juvenil, Randy ya estaba pensando en abandonar su país y buscar una mejor vida lejos de ahí, pero con la misión de llegar a las Grandes Ligas y así poder ayudar a su familia con todo lo necesario.
La muerte de su padre fue el empujón definitivo para que emprendiera su viaje hacia México persiguiendo su sueño de poder alcanzar la MLB.
"Sentí que me iba a jugar mi vida por mi familia. Siempre uno puede exponer la vida, pero ese es mi primer momento de estar consciente de que realmente me la estaba jugando. Y fue entonces que me escapé de Cuba", confesó para GQ.
El camino hacia tierras aztecas no fue nada fácil, ya que en el trayecto le tocó enfrentarse ante los obstáculos de la propia naturaleza, sin embargo, llegó al país y así comenzaba lo que sería una nueva vida.
"Nos fuimos al monte escondiéndonos de la policía y nos subimos a la lancha. Me fui a las tres de la mañana y, poco a poco, las condiciones se fueron poniendo peores. A pesar de eso, me quedé dormido mucho tiempo. Mi brazo tocaba literalmente el agua y había olas como de cinco metros. La parte delantera del bote se rompió y sentías que cualquier ola te podía sacar del bote. Se pasaba feo. Nueve horas después, a las 12 del día, llegué a isla Mujeres y ahí comenzó mi nueva historia en México", recordó.
Hoy en día,
Arozarena está viviendo el sueñoque siempre visualizó y ha podido darle una buena a su familia, tal y como lo había prometido.
AVV