5ª de Temporada de Reapertura. Plaza México. Más de media plaza en hermosa tarde sin viento ni frío; especial para ver toros en la Monumental. Una tarde donde se volvió a sentir dentro de esta plaza el amor y el cariño hermanado que nos une a todos los aficionados a los toros.
De calle. Héctor Gutiérrez salió triunfador, a pesar del corte de una oreja de Talavante. Salió con la decisión de salir a hombros o en brazos de su cuadrilla; y eso fue lo que ocurrió, tras ser aparatosamente corneado por su primero. Talavante en una buena tarde exhibió fijeza de pies y sitio. Un Payo voluntarioso, sin materia prima y que no pudo cuadrar sus faenas.
Toros jaliscienses de Villa Carmela desiguales en presentación y juego. 1º Noble con poco fuelle 2º Recriminado por su poco trapío y escasos pitones 3º Embistió con voluntad 4º Complicado que poco se dejó 5º Débil sin transmisión 6° Fijo, que no funcionó
Abrió plaza Alejandro Talavante vestido de tabaco y oro donde se mostró confiado y poderoso con la mano izquierda pegando sentidos muletazos. Entera desprendida que fue suficiente para cortar una oreja.
Ante su segundo, con el gran impacto que causó la cornada a los tendidos a Gutiérrez, Talavante trató de imponer su sitio, pero no pudo acallar a sus partidarios que no dejaron de molestarlo. Tres pinchazos antes de una entera efectiva.
El segundo espada, Octavio García El Payo, de gris acero y plata, fue recriminado por la presencia de su toro. A pesar brindar a todo el público y buena disposición, su labor no fue reconocida. Entera trasera y efectiva. Escuchó silencio y un aviso. El Payo, que mató al que cerró plaza; por voluntad no paró, pero no tuvo toro a modo. Se despidió en silencio.
El hidrocálido Héctor Gutiérrez vestido de solferino y oro, ante el único que toreó y no llegó a matarlo por salir herido, dejó los pies quietos en su quehacer con la capa, destacando un emocionante quite por chicuelinas. Con la sarga lució con buenos derechazos hasta lograr una buena tanda ligada y se confió demasiado hasta recibir una cornada negándose a dejar el ruedo. Mucho pundonor de Héctor que no quería irse a la enfermería a pesar de llevar una cornada en la femoral. Se lo llevaron ante su negativa. Talavante se hizo cargo del toro.
El de Aguascalientes, Héctor Gutiérrez no vino a ver si podía, sino porque podía vino. Sabe que sus compañeros de generación se le están yendo por delante y él; vino a demostrar, que, aunque no tenga temporada programada en Europa, le reta al más respingón. Que pronto se recupere de la cornada para que nos demuestre que él es el Mesías que estamos esperando.
ZZM