El peruano conquista finalmente al público capitalino y se reafirma como primera figura mundial del toreo, bordando sendas faenas ante dos extraordinarios toros. Joselito Adame dejando mucho que desear ante su complicado lote. Arturo Gilio se mostró voluntarioso. Las cuadrillas de los tres espadas brillaron en el segundo tercio, así como un gran puyazo de El Miura.
El encierro queretano de Xajay bien presentado, promediando sobre 500 kilos en general, destacando los corridos en segundo y cuarto. Muy buena entrada llenándose prácticamente el tendido numerado.
En una tarde con un clima apacible inició el festejo marcado con un reconocimiento, por parte de la empresa, a los monosabios por su loable labor desarrollada durante tantos años.
Adame recibió a su primero, único burel de negro pelaje que contrasto con el resto de cárdenos, que se mostró suelto y sin fijeza desde su salida al ruedo sin permitir capotazo alguno. José trató de llevarlo a los medios; pero, el burel impuso sus condiciones en tablas. Pasaportó pronto retirándose en silencio.
En su segundo, un toro de bravura seca y exigente en su lidia, el hidrocálido inició su faena con doblones rápidos por ambos lados tratando de hormar la embestida. Intentó ligar pases sin éxito ni lograr descifrar el difícil juego del socio. Los abucheos del público no se hicieron esperar y para colmo se puso pesado con el acero escuchando un aviso y retirándose al burladero entre fuerte silbatina.
El gran triunfador resultó ser Andrés Roca Rey. Su primer astado, de nombre Gamucita, desde que salió por toriles mostró prestancia y bravura yendo a los toques de capote. Bonitas verónicas y lucido quite por chicuelinas. Inicio el tercer tercio, en el centro del anillo, de hinojos, electrizante y conectando de inmediato. El astado acudió en repetidas ocasiones a la poderosa muleta de Roca logrando vistosas tandas coreadas con entusiasmo por el cónclave. Gran estocada en todo lo alto que le valió las dos orejas.
Ya con la puerta grande asegurada Andrés no se conformo y salió por todo ante su segundo. Recibiendo al toro a porta gayola continuó con delantales rematados con una media colosal. Brindis al público iniciando su faena por alto cercano a tablas. Cita de largo y despliega su jerarquía y sitio ante las bravas y nobles embestidas del quinto de la tarde. Dando tiempos y espacios precisos teje su faena, entre tandas de derechazos y naturales, acompañado del alarido de un público entregado. Estocada un poco trasera; pero fulminante. El juez Ruíz Torres muestra los dos pañuelos blancos que no tarda en intercambiar por el de color verde merecedor del rabo.
Arturo Gilio no tuvo suerte en el sorteo cargando con un lote sin posibilidades. Su primero, sin transmisión ni clase, no se prestó a grandes cosas, Voluntarioso, el joven lagunero, intentó con entusiasmo dar pases de calidad estrellándose ante embestidas inciertas. Tras dos pinchazos y estocada culmino su labor,
A l cierra plaza, otro burel deslucido, suelto y siempre con la cara alta, poco pudo hacerle y después de algunos intentos terminó despachándolo. Silencio.
Mañana martes continúan los festejos de aniversario dándose la corrida suspendida por lluvia el domingo y para el miércoles el platillo fuerte del 5 de febrero con la despedida de Enrique Ponce.
MGC