Paraguay jugó un flojo primer tiempo ante Jordania, de los peores de la era del entrenador argentino Eduardo Berizzo. Un ritmo cansino, sin ideas y por momentos displicente hicieron que el local sea superior en la primera mitad.
Los goles de Musa Al-Taamari a los 43’ y Yasen Al Bakhet a los 45’ dejaron al descubierto las dificultades de la Albirroja. Un cachetazo del equipo local que hizo que Paraguay salga en la complementaria con otra actitud.
En el segundo tiempo, Paraguay volvería a apostar al viejo ADN del fútbol paraguayo: El centro, cabeza y gol. Esa formula serviría para marcar los tres primeros goles de la remontada.
Óscar Romero a los 60’, Miguel Almirón a los 70’ y Robert Rojas a los 74’, todos con golpes de cabeza tras centros precisos de Alejandro Romero Gamarra, en dos oportunidades, y otro de Blas Riveros, ponían al frente del marcador a la Albirroja.
A partir de allí, Paraguay fue creciendo en su juego y a los 89 minutos aparecería el merecido gol de Alejandro Romero Gamarra. El futbolista del New York Red Bulls aprovechó un rebote del arquero tras un potente remate de Derlis González para poner el definitivo 4-2 paraguayo.
El triunfo reconforta bastante, más aún luego de la pobre imagen mostrada ante Japón y el primer tiempo de este partido ante Jordania. A Paraguay le mojaron la oreja y respondió con contundencia regresando a la vieja fórmula del centro, cabeza y gol.