Enero de 1993.
La selección de Vladimir Popovic se concentró en El Pueblo preparando la Copa América y las Eliminatorias. Después de un entrenamiento, Juan Reynoso solicitó permiso para asistir a la presentación de Alianza. Reynoso llegó a Matute, pero evitó tomarse la foto oficial con el plantel. “Todavía no firmo la renovación de contrato”, explicó y retornó a Santa Clara.
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Días después, directivos aliancistas fueron hasta la concentración nacional llevando el documento. El ‘Cabezón’ estuvo de acuerdo con el nuevo contrato, aunque les recordó que había una deuda anterior.
-Esa deuda la vamos a cumplir.
-Lo sé, pero es mejor poner por escrito que me deben.
-Juan, no puedes dudar de la palabra de ‘Beco’ Espantoso.
Los directivos se incomodaron y cortaron la charla. Esta conversación trascendió y el doctor Jorge Alva, médico de la selección y Universitario, llamó al presidente crema Jorge Nicolini.
-Don Jorge, parece que Reynoso no renueva con Alianza.
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Jorge Nicolini y Alberto Espantoso eran amigos. Terminada la concentración, Reynoso vuelve a Lima y se reúne con el titular aliancista. Sin embargo, a Espantoso le contaron que el futbolista había ‘dudado’ de su palabra, y lo recibe mal. No hubo acuerdo. El capitán de Alianza cerraba su ciclo en el club. Temeroso de que su relación con Espantoso se deteriorara, Nicolini encarga al tesorero Raúl Montoya la negociación. Apenas se enteró de que Reynoso no seguía en Matute, Montoya lo buscó, hizo una oferta y llegaron a un acuerdo. Luego, lo llevó a Chincha, a la casa de verano de Nicolini, para que cerrara el contrato, pero don Jorge quiso mantener las formas.
- ‘Beco’ es mi amigo, que el contrato lo firme Alfredo González, que también está autorizado.
El acuerdo se conoció en la prensa y los directivos de Alianza comenzaron a presionar a los de la ‘U’ con haberlos traicionado. Nicolini ordenó que el documento se rompa y no haya contrato. Montoya se le confesó a Reynoso.
-De acuerdo, entonces me voy a Cristal, porque me llamó el señor Lombardi, inventó una estrategia el ‘Cabezón’.
La ‘U’ y Cristal debían jugar por la Libertadores y los cremas no querían potenciar al enemigo. Se creyeron la historia, volvieron a llamar al jugador y redactaron un nuevo contrato. Finalmente, Juan Reynoso y Alfredo González firmaron en la oficina del ‘Gordo’ en la avenida República de Panamá. El más famoso de los años 90 se había concretado. También un rechazo que supo ser amor. El de la hinchada de Alianza a Reynoso.
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