Cuando Ricardo Gareca pisó la Videna por primera vez, allá por el 2015, Yoshimar Yotún era un futbolista más, uno común y corriente dentro del universo de jugadores que tenía a disposición el técnico. Escribir –o pronunciar- su nombre era igual de complicado como definir su posición: en sus inicios, en Sporting Cristal, jugó de lateral izquierdo, volante central y hasta de enganche. Siempre un salvavidas cuando el titular se lesionaba. Siempre un todoterreno con rendimiento aceptable, pero casi nunca destacado. Fue Sergio Markarián quien lo hizo debutar en la selección peruana. Fue el 8 de febrero del 2011 en un amistoso ante Panamá en Moquegua. Ingresó en el segundo tiempo por Rinaldo Cruzado y se acomodó por la banda derecha. Con el uruguayo dio sus primeros pasos, pero con el ‘Tigre’ le encontró un significado a su nombre, a su fútbol.
Porque Gareca lo sacó de la banda izquierda y lo puso al medio. “No me gustaba mucho estar con el balón”, confesó hace unos años en una entrevista el mismo jugador que el último miércoles, ante Chile y en una semifinal de Copa América, hizo un gol de crack. Porque hay que ser crack para anestesiar de esa manera el balón con el pecho un centro aéreo, tener la sangre fría para definir en primera y, sin que toque el suelo, colocar el balón en la red. Ni el desespero de los cinco defensores chilenos que intentaron cerrar, ni el del portero que regresaba a su portería. Nada. El esférico pasó por medio de todos, despacio, como pidiendo permiso. Con elegancia, como el juego de 'Yoshi'.
Yotún tiene tres goles con la selección peruana. Uno por Eliminatorias (a Bolivia), otro en un partido amistoso (a El Salvador) y el último en una Copa América. Sí, el que le anotó al cuadro chileno fue el primero en un torneo continental. No pudo elegir mejor escenario. Porque esa goleada (3-0) es histórica. No solo porque estamos en una final después de 44 años, sino porque hace cuánto tiempo no le ganábamos de esta manera en un partido oficial al rival histórico. En el Arena do Gremio bailamos marinera, vals, huayno, todo en 90 minutos.
—Aplicado—
Si Christian Cueva es el 'diferente' de esta selección, Yoshimar Yotún es el jugador emblema de Ricardo Gareca. Es el hombre que mejor capta la idea del técnico argentino y lo pone en práctica. “Me gusta cómo entiende el juego a través de su pie, no es fácil hacerlo”, dijo el ‘Tigre’ hace unos años sobre el mediocampista. No era un elogio, sino una realidad. Porque si ‘Yoshi’ está bien, está inspirado, el equipo funciona casi rozando la perfección. Mejora el colectivo, mejora el nivel de cada futbolista.
Mapa de calor de Yoshimar Yotún en el duelo ante Chile. (Foto: Opta)
Durante los primeros cuatro partidos en Brasil, ese Yotún que todos conocemos, el que se ganó el puesto por mérito propio y fue pieza fundamental en la clasificación al Mundial después de 36 años, estaba ausente. Demasiado impreciso en los pases cortos y largos, tímido a veces para pedirla y lento para marcar. Pero eligió la noche perfecta para volver y hacerse notar. Ante Chile pidió la pelota, se adueñó de ella. Le ganó en el mediocampo el duelo a Charles Aránguiz con jerarquía. Se dio maña para tirar algunos lujos y salió victorioso de muchas divididas a lo guapo, con ese barrio que tienen la mayoría de jugadores que nacen en el Callao y la experiencia que le otorgan sus ya 29 abriles.
Yoshimar ya no es ese jugador anónimo que prácticamente flotaba en la selección pasando desapercibido. Ahora es el motor de un grupo de futbolistas que se ha convertido en próceres patrios: una Copa del Mundo después de más de tres décadas y una final copera luego de más de cuatro.
Una imagen que permite soñar: Edison Flores y Yoshimar Yotún formando el 20-19. Al mismo estilo del 20-18 que hicieron el 'Oreja' con André Carrillo en el duelo ante Ecuador (2017). (Foto: AFP)
“Me siento muy feliz de ser peruano”, dijo casi gritando después de la hazaña. Habrá que decirle a él que nosotros somos los más felices de que lleve el escudo nacional en el pecho. Y lo defienda como lo hace.