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En los 90 hablar de Arabia Saudita en el Perú tras la llegada de Alfonso Yáñez era todo un asombro, puesto que se ponía en cuestión el nivel de la liga. Hoy con la llegada de Cristiano Ronaldo, dicho país está en los ojos del mundo y quizás su nivel futbolístico poco se le cuestiona tras haberle ganado a Argentina en la pasada Copa del Mundo.
-¿Futbolista o comentarista? ¿Dónde te sientes más cómodo?
Estoy contento en realidad. Yo estudié para entrenador, estuve en escuela de menores y trabajé con ellos. Pero me cautivó esto ya que tengo la tranquilidad de opinar de lo que yo quiero. Nunca me han dicho qué tengo que decir. Siempre me han dejado ser yo mismo, opinar lo que a mí me parece y creo que es lo correcto. Si me dijeran qué tengo que decir o hacer, tenlo por seguro que no estaría cómodo. Trato de disfrutarlo.
-¿Cómo tomas la oportunidad de hablar en programas deportivos sobre fútbol?
Trato de no meterme en lo que no sé, no opinar o no hacer preguntas a los invitados. Para eso están los periodistas. Cuando se requiere lo hago. Me dedico a opinar de fútbol poniéndome del lado del jugador, que creo que es lo correcto para nosotros porque jugamos al fútbol y nunca fue fácil. Siempre trato de estar del lado del jugador.
-¿Algún jugador te reclamó por algún comentario tuyo?
No he tenido problemas gracias a Dios. Me he cruzado con varios y respetan las opiniones. No siempre tengo que estar de lado de ellos en lo futbolístico. Hay días buenos, malos, pero siempre viendo el lado positivo de cada jugador. No me gusta opinar y decir que tal jugador es malo o lo otro, porque todos hemos tenido tardes buenas o malas. Es comprensible.
-¿Recuerdas cómo se te dio la primera oportunidad para comentar de fútbol?
El primer programa fue radio con Bruno Cavassa, Giovani Sanguinetti y Julio Peña. Hicimos Fútbol y Salsa en Ovación. Yo fui de invitado en realidad. Yo siempre tuve distancia con que me entrevisten, con las cámaras. Era difícil para mí. Cuando me invitaron a este programa, fui y era como estar sentado en la esquina de mi barrio y eso me cautivó. Ser yo mismo, no tener que estar escogiendo palabras para hablar. Trato de usar el lenguaje más común. Soy de barrio y que la gente pueda entender los conceptos. Eso me gusta, ser yo mismo y que la gente me conozca así.
LA FACETA DE TÉCNICO
-Hay quienes no tienen mapeado que dirigiste en Aruba. ¿Cómo fue eso?
Así es. Terminé dirigiendo en Aruba en Dakota. Era retirado, fui por invitación y terminé jugando. Los chicos eran muy jovencitos y el técnico se fue en ese momento y me quedé dirigiendo. Llegamos a salvar la baja y terminamos peleando una liguilla. Me picó la curiosidad, regresé e hice el curso de entrenador por dos años y medio. De ahí dirigí a Regatas y a Sport Boys en menores. Tuve invitaciones para dirigir en otros lugares, pero yo ya tenía trabajo. Había puesto una empresa de computadoras, una pollería. Siempre me gustó ser un loco de la chamba, aventurero y arriesgaba. Me fue muy mal muchas veces, pero lo mío estaba acá. Las propuestas que tenía era para irme afuera o a provincias y yo tenía todo acá, por eso se me hacía difícil aceptar. Nunca más dirigí.
-¿Por qué no seguiste?
Aruba es lindo. Es una linda isla, pero era un fútbol amateur. Entrenábamos tres veces por semana y cuando jugábamos la pasé súper bien. Lo mío ya no estaba para la exigencia de entrenar. Había muchos jóvenes y terminé dirigiendo. Jugaba de vez en cuando, pero más dirigía y nos fue bien. Yo quería estar libre del fútbol, debuté a los 16 años y de repente eso hizo que no disfrute jugar al fútbol y decidí dar un paso al costado.
-Ellos hablan neerlandés, ¿cómo hacías para comunicarte?
Hablan el papiamento, idioma original de ellos. Y hablaban español. La colonia peruana me ayudaba y eran bastantes. Yo había jugado en Alianza, ‘U’, la selección y eso me ayudaba a que la gente vayan y me vean, poder hacer amistades y pasar momentos, porque es muy lindo. Pero Aruba es para vacaciones y no para jugar fútbol.
COSTA RICA, UCRANIA, ARABIA
-Fuiste de los pocos peruanos que jugó en Saprissa, ¿qué recuerdos de aquella experiencia?
Sí, estuve en Saprissa. Lástima que el equipo se fue a la quiebra ese año y para mi mala suerte a los tres extranjeros más el técnico ya no nos podían pagar. Tuvimos que rescindir contrato a fin de año y al año siguiente lo compró Vergara, el que quiso comprar Universitario. A los dos años el club jugó el Mundial de Clubes ante Milán, ya que habían ganado la Concachampions. Imagínate. El señor Vergara lo que hizo fue repatriar a todos los jugadores de la selección que jugaban en ligas menores de Europa. Así ganaron el torneo y se fueron a un torneo internacional. Me dio gusto que vayan representando a Saprissa.
-Jugar en Ucrania, ¿qué recuerdas de esa experiencia?
Yo en verdad fui a Ucrania a prueba. Un empresario alemán consiguió para cinco o seis personas. Cuando vas a un lugar y dices: “¿Me voy a quedar acá con el frío que hace y la distancia?”. Te dices: “Bueno, vamos a entrenar ya que estamos acá”, y entrenamos. EL fútbol ahí es rápido, la bola corría y mi virtud es que yo tenía buena técnica, buen control, buen pase. Eso me ayudaba. Me fue bien y no sé si fue suerte, porque gané algo de plata, que me quedó solo. Pero al último el agente José Moreno me dijo que ellos querían que me quede y firmé por CSKA Borysfen. Ahí no me fue bien y como extranjero si no rindes te vas. Creo que acá el único país donde el extranjero juega mal y se queda a vivir y juega toda la vida. Allá en Ucrania no me fue bien y tuve que volver. Para mí son experiencias y no me avergüenzo de decir que no me fue bien.
-Llegas a Arabia Saudita para jugar en Al-Ittihad, ¿Cómo era ese fútbol entonces?
Fui el primer peruano en ir a Arabia Saudita. No sabía a dónde iba cuando me llaman y mi papá me habla. Estaba en el sur pasando Año Nuevo. Entonces, él me dice que había llegado un fax y que regrese. Había un buen dinero por seis meses y le dije: “Vamos”. Fui a la aventura. Me regresé el 1 de enero y el 3 estaba viajando para Alemania, de ahí para Emiratos Árabes, fui a Dubái a sacar la visa y luego llegue a Arabia Saudita. Amistades que tengo en Perú me comentaban que no había trago, que ni iba a ver a las mujeres, que no había teatro ni cine. Un montón de cosas que te asustan. Yo dije: “voy a jugar al fútbol”.
-¿Cuánto le costaba a un peruano entrar con buen pie en el extranjero? La selección era un caos, cero prestigio...
A diferencia de Ucrania, desde el primer día me trataron bien. El entrenador fue quien me pidió. Ahí no fui a prueba. El profesor Paulo Campos, un brasileño que me había visto en la Copa América de 1991, me había hecho seguimiento y me pide. El primer partido me hace ingresar y en el segundo tiempo hago un gol de tiro libre. Volteamos el partido y me quedé. Campeonamos en el segundo año y me fue muy bien. La gente hasta ahora en Twitter me escribe, eso no tiene precio. El hecho de que la gente te pueda recordar todavía en esos lugares.
-El Al-Ittihad, fue el equipo que venció la Supercopa de Arabia a Cristiano Ronaldo... ¿Cómo era antes?
Sí, hicieron una fiesta y mandé las felicitaciones. Al-Ittihad era un equipo chico. No campeonaba hacía mucho tiempo, pero nosotros en el 97-98 ganamos los tres campeonatos que se disputaban. Fue una época dorada y por eso hay buenos recuerdos.
-¿Los árabes te llaman o cómo te contactan?
Todo es a través de Twitter. Si revisas mi perfil ves un montón de cosas en árabe que me ponen. Ahora con el traductor puedo leerlas y responderlas. Me tratan con un cariño que me sorprendo, Me dicen cosas increíbles. El primer año anoté cerca de 11 goles, en el segundo 12. Hice goles en clásicos frente al Al Hilal, donde juega ahora André Carrillo. Entonces no lo olvidan y me recuerdan porque nos fue bien contra los clásicos.
-Siempre has dicho que la cultura árabe es compleja. ¿Qué diría fue lo más difícil en el día a día?
Lo que pasa es que si te va bien, todo lo demás pasa a segundo plano. A no ser que seas alcohólico o drogadicto. Yo nunca fumé drogas ni cigarro. Mi diversión era ver a los chicos jugar por las mañanas, yo entrenaba de noche por el calor. Al finalizar me iba a cenar y descansaba. Salía a la calle y no pagaba en los restaurantes. La gente me quería mucho. Eso te ayuda a sobrellevar las otras cosas, ya que no era mi prioridad. Mi prioridad era ganar plata, tratar de estar bien futbolísticamente y eso fue lo que hice. Lo otro podía esperar. Aguanté dos años. Llegaba el fin de semana y estar solo, salir caminar e irte a la playa a mirar el mar o quedarte en tu casa viendo televisión. Era complicado.
-¿Por qué te fuiste de Arabia Saudita si te iba bien?
El hecho de jugar Copa Libertadores con Alianza Lima fue lo que me motivó a regresar. Sin embargo, no me arrepiento, al contrario, lo disfruto. Son experiencias y gané la plata que pude ganar. Por eso soy muy agradecido del trabajo que me dieron este equipo Al-Ittihad.
-¿Cómo miras hoy el fútbol de Arabia, el nuevo Dorado para los futbolistas peruanos?
En Arabia hay buenos jugadores. La diferencia que tienen es el dinero: compran más barato a los sudamericanos o africanos. Entonces, fortaleza, rapidez y potencia lo tienen en África. Cuando se fue Cueva yo dije que le iría bien porque a ellos les gustan esos jugadores que te hacen una huacha, sombreros, que hacen pases gol o te metan los tres dedos. Eso a ellos les cautiva. Por eso a Alex Valera le costó porque luchaba con centrales fuertes. Cristiano es un grandísimo jugador, uno de los mejores del mundo, pero no podemos menospreciar la Liga de Arabia porque ha quedado demostrado que es difícil. Pese a que yo creo que el fútbol peruano está por encima que el árabe.
-¿Es André Carrillo el mejor futbolista peruano en el extranjero o exageramos, por ser la liga árabe?
André es un grandísimo delantero para la selección. Titular seguro. No tenemos otro parecido. Me gustaría verlo en otra liga, pero se lo ha ganado a pulso. Nadie le regaló nada en Arabia.
-¿Por qué Cristiano Ronaldo aún no demuestra el nivel que mostró en otros equipos?
Lo que pasa es que la gente menosprecia mucho el fútbol. La gente habla que el fútbol peruano que acá cualquiera se pasea. Yo creo que si Cristiano Ronaldo viene a Perú no se va a pasear, estoy seguro de eso. Porque mira a Messi, uno de los mejores jugadores del mundo y cuando jugó contra Perú nunca sobresalió.
-¿Qué opinas de los amistosos ante Alemania y Marruecos?
Espectacular y me parece muy bien la elección de Juan Reynoso. Ya no hay que centrarse en jugar contra Panamá, Jamaica o Haití, que más nos exponemos a que le metan una patada a alguien del equipo. Hay que enfrentar a selecciones que te puedan dar una idea sobre el funcionamiento del equipo.
-Muchas selecciones tienen recambio de ‘9′, Perú no tanto, ¿tú tienes algún nombre?
Yo soy hincha de Valera, pero te voy a decir algo lo vas a grabar: no va a ser el nuevo Paolo Guerrero. No hay mejor que Paolo. Creo que Guerrero es uno de los mejores jugadores de los últimos tiempos, para mí es uno de los mejores ‘9′ de Sudamérica, a pesar de su edad. A mí el que me gusta mucho, y el día que le den confianza, es Percy Liza. Es un gran jugador, verás que le irá mejor. El día que le den confianza demostrará sus cualidades. Creo que Juan Reynoso lo va a saber llevar y con la potencia que tiene marcará la diferencia. Él más adelante será el futuro ‘9′ de la selección. No se le tiene fe porque tiene poca prensa, a mí me encanta como juega. Lo de Lapadula es guerra y choque.
-¿Cómo piensas que le puede ir a Paolo Guerrero en Racing?
Me hubiera encantado que llegue cuatro o cinco años antes, no ahora, porque es difícil con 39 años. Los años pesan. Paolo se tiene que preparar mentalmente y físicamente para estar bien. Es un equipo que le va a dar oportunidad de gol a Paolo porque es muy intenso. Ojalá le vaya bien, todos vamos a rezar por eso, ya que se lo merece, pero es complicado y esperemos que tenga un buen desempeño. Ahora, esperemos que no haga gol ningún delantero de Racing hasta que ingresé Paolo Guerrero y haga un gol.