El wasabi (Wasabia japonica) es muy conocido por ser una planta difícil de cultivar. A pesar de que muchos agricultores alrededor del mundo han intentado producirlo comercialmente, la mayoría ha fracasado debido a las exigentes condiciones que requiere para crecer. Sin embargo, solo el invernadero de Brian Oates ubicado en Vancouver, Canadá, ha logrado hacerlo y actualmente lo vende a US$160 y a US$308 a los restaurantes.
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A pesar de que muchos restaurantes ofrecen wasabi junto al rábano, la verdad es que solo el 5% de la planta se sirve en los restaurantes del mundo proviene de la raíz. La pasta verde que te dan es una mezcla de mostaza, rábano europeo y colorantes.
¿Cuáles son los cuidados al cultivar el Wasabi?
Estas son algunas de las cosas que debes tener en cuenta para poder cultivar el Wasabi.
Luz y temperatura
- El wasabi debe estar en un ambiente fresco, con temperaturas que oscilen entre los 10 y 20 grados Celsius.
- Debe tener luz indirecta para su desarrollo. Si vives en una región caliente, debes de brindarle una sombra parcial durante las horas más calurosas del día.
Suelo y humedad
La planta debe estar en un suelo rico en materia orgánica, bien drenado y ligeramente ácido. Asimismo, debe mantenerse húmedo, pero evita los encharcamientos, ya que el exceso de humedad puede pudrir las raíces. Riégalo regularmente y permite que el sustrato se seque ligeramente entre cada riego.
Cuida las raíces
- Las raíces del wasabi son muy sensible y requiere de un entorno protegido.
- Asegúrate de que el recipiente sea profundo para permitir un buen desarrollo de las raíces y utiliza un sustrato bien drenado.
- Evita dañar las raíces al trasplantar o manipular la planta y mantén la zona radicular cubierta con una capa de mantillo orgánico para conservar la humedad.
Fertilización
- En la temporada de crecimiento, debes fertilizar el wasabi de manera regular. Además, que este producto debe ser rico en nitrógeno y micronutrientes, aplicándolo según las indicaciones del fabricante.
- Evita la sobre-fertilización debido a que puede dañar las raíces y comprometer la salud de la planta.
Control de plagas y enfermedades
- Inspecciona regularmente las hojas y las raíces buscando insectos o signos de deterioro.
- Si identificas algún problema, utiliza métodos de control orgánico y retira las partes afectadas de la planta.