LEE: “Fossati está shockeado”, el desconcierto en Videna y el reclamo de Oblitas: lo que no se vio de la practica de la selección tras la detención de Agustín Lozano
¿Cómo empezó la relación entre la FPF y 1190?
Para nadie es un secreto la relación de confianza que existe entre la FPF y 1190. Ambas instituciones cruzaron sus caminos a mediados del 2022, cuando la federación inició un proceso de licitación en Santiago de Chile para comercializar los derechos de televisión. Si bien el proceso se declaró desierto, el acta fiscal detalla que la empresa “planteó no solo optar por la propuesta clásica de comercializar estos derechos, sino establecer un contrato de asociación”. Es decir, el “modelo asociativo”, que apuntaba a ser el futuro exitoso del fútbol peruano.
La ratificación del acuerdo comercial entre la FPF y 1190 se dio en septiembre del 2022. A los clubes de la Liga 1 se les garantizó dos cosas: el pago de 500 mil dólares para invertir en infraestructura y una ganancia del 20% más de lo que recibían con el Consorcio Fútbol Perú, el anterior operador. Pero a partir de aquí empezó otro problema: los clubes se opusieron a esta nueva asociación, argumentaron secretismo y poca transparencia, y defendieron la cláusula de preferencia que tenían con el Consorcio.
Este conflicto pareció haber terminado cuando se cambió el reglamento de la Liga 1 en marzo del 2023, en pleno desarrollo del campeonato. Según la Fiscalía, se vulneró el procedimiento legal para dicha modificación que obligó a los clubes opositores a transmitir sus partidos con 1190. “Se obvió la participación de la subcomisión de fútbol y en su lugar se creó, exprofesamente, la dirección de competiciones, cuyo director Héctor Lara López emitió un informe que sirvió de base para proponer a la Junta Directiva de la FPF la modificación del reglamento, donde se establecieron severas sanciones (multas, reprogramación de partidos, suspensión de partidos, etc.) a la oposición”.
Esa complicidad entre la FPF y 1190 se ha mantenido a pesar de las adversidades. En su primer año de gestión, el nuevo operador registró pérdidas de 39 millones de dólares, pero era un monto previsible y la confianza se mantuvo. Por otro lado, cuando algunos clubes revelaron un retraso de pagos de parte de 1190 en mayo de este año, la FPF le dio facilidades para abonar ese monto extendiendo el plazo hasta quincena de junio. Asimismo, cuando se conoció que 777 Partners (principal respaldo financiero de 1190) atraviesa problemas de liquidez, la garantía en el éxito de este negocio se mantuvo. Es decir, son socios, aliados estratégicos unidos por un contrato. ¿Qué podría cambiar esa relación?
¿Qué dice 1190 sobre el caso Agustín Lozano?
Lo que fue la detención preliminar de Agustín Lozano y otros miembros de la FPF generó sorpresa incluso para 1190, En la mañana del jueves, El Comercio pudo conocer que esta empresa tomó conocimiento del caso Lozano mediante los medios de comunicación y desde entonces han estado atentos a la evolución del proceso. No tienen un pronunciamiento oficial, pero acerca de la convocatoria por los derechos de transmisión nos compartieron el siguiente mensaje:
“1190 Sports presentó proactivamente en 2022 su propuesta de gestión integral de los derechos de transmisión del fútbol local en el marco de la convocatoria privada liderada por la Federación Peruana de Fútbol (FPF) y respaldada por un banco de inversión global de prestigio internacional, asegurando un proceso transparente y competitivo. Desde su llegada al Perú, 1190 Sports está abocada a aportar valor al fútbol local, ofreciendo sólidas credenciales y respaldo estratégico”.
Sin entrar en detalles, su comunicado es escueto y poco tranquilizador. Si bien hay una intención de esperar a cómo se desarrollan las investigaciones, para Julio García, abogado especialista en temas deportivos, existiría una afectación a esa complicidad demostrada desde que la FPF y 1190 cruzaron caminos. “Afecta mucho, porque fueron para adelante contra viento y marea de manera absoluta. Y eso llamó mucho la atención. Finalmente, ahora que no está el señor Lozano y puede no estar de manera permanente (en el cargo), la desconfianza hacia 1190 hace muy difícil llevar adelante esa ejecución comercial. Si el nacimiento del contrato está puesto en duda, ¿aquel que venga cómo va a manejar esa situación? No quisiera estar en sus zapatos”, nos cuenta.
García también sostiene que es imposible predecir cómo actuará 1190, porque nadie sabe detalles del contrato que firmó con la FPF por los derechos de televisión. “Nadie conoce el contrato y deberíamos conocerlo, tachando las partes confidenciales. Es importante porque, hasta donde todos sabemos, hubo muchos incumplimientos este año. ¿Cuáles son las penalidades? ¿Se han cumplido o no? Hoy nadie puede contestar”, menciona.
Si bien 1190 no tiene una postura oficial sobre el caso Lozano, irse del Perú en un hipotético caso no debería ser tan fácil. “Yo pateo el tablero cuando estoy bien y no tengo rabo de paja. Quisiera saber qué pasó con los incumplimientos. ¿Están dentro del contrato firmado? Asumo que no. Entonces, no debería ser tan facilito irse. Pero nadie sabe porque nadie ha visto el contrato. Hoy por hoy no estamos seguros, porque no sabemos si el contrato se ha respetado. ¿La federación tenía penalidades? ¿Qué tenía a su favor la federación?”, apunta el especialista.