Los clubes grandes del fútbol peruano se definen así mismos gracias a su identidad; esas características que los hace únicos y les permite conectar con su gente más allá de la pelota. En los últimos dos años, precisamente en el tiempo en donde Universitario de Deportes marcó su hegemonía con un bicampeonato, en Alianza Lima se fue perdiendo esa estirpe distintiva de los blanquiazules y en los momentos calientes pocos se atrevieron a poner la cara por la institución. A raíz de esto, los altos mandos del conjunto victoriano iniciaron una restructuración en base a esa identidad y el pasado jueves dieron el primer paso anunciando la incorporación de Franco Navarro.
El ‘Pepón’, quien durante el 2024 fue entrenador de Sport Huancayo, asumirá como director deportivo de Alianza Lima y trabajará de la mano con José Bellina –gerente deportivo– y Federico Flores –secretario técnico– en la conformación del plantel para la próxima temporada, además de la elección del director técnico que reemplazará a Mariano Soso. En La Victoria saben que el tiempo les juega en contra, por lo que la primera tarea de Navarro será poner orden donde hasta hace no mucho todo fue caos.
Franco vuelve a su casa, adonde llegaba recorriendo un largo camino desde Puente Piedra para entrenar con Guillermo La Rosa y Teófilo Cubillas. Si bien solo perteneció a las divisiones menores y no pudo debutar con el equipo de sus amores, siempre que pudo le demostró su gratitud y cariño incondicional. Regresó en 1995 para retirarse después de una exitosa carrera en el extranjero, y en 2002 tuvo la oportunidad de dirigirlo. Ya que aquel año no logró el título, ahora buscará cobrarse su propia revancha desde otro lugar.
Muchos discutirán que como entrenador no pudo ganar un campeonato nacional en toda su carrera –perdió una final con León de Huánuco en 2010, y solo ganó un Clausura con Sporting Cristal en 1998 y un Torneo del Inca con César Vallejo en 2015–, sin embargo, su sabiduría va más allá de su palmarés. Navarro es un tipo que ha recorrido el fútbol peruano como pocos, y además de emanar ese aliancismo que ahora adolece la institución victoriana, su voz impondrá respeto en una cúpula que buscará recuperar el sitial que les arrebató el clásico rival. Cuando él hable, el resto tendrá que callar y escuchar.
En Alianza Lima se cometieron muchos errores a lo largo de este año que ya se va. Primero, a Néstor Bonillo le dieron el cargo de asesor de Planeamiento Deportivo, pero al poco tiempo se marchó cuando a Ricardo Gareca lo llamaron desde Chile. Bruno Marioni, el director de Fútbol Profesional, se quedó al mando del área deportiva y fue acumulando decisiones equivocadas y contradicciones en cada paso que daba. Al poco tiempo, cuando echaron a Alejandro Restrepo y buscaron a su sustituto, renunció cuando desde arriba cuestionaron la elección de Cristian Díaz. Nunca tuvo autonomía, por más que luego afirmó lo contrario.
Es improbable que eso se repita con Franco Navarro, quien cuenta con el carácter suficiente como para no permitir que se metan con su trabajo y trastoquen sus decisiones. Además no estará solo, pues José Bellina, pese al traspié que cometió en el armado del plantel del 2023 –donde voces externas influyeron para la forzada llegada de Christian Cueva y la posterior salida de Pablo Lavandeira–, cuenta con el aval de haber sido uno de los artífices del bicampeonato entre el 2021 y 2022.
A contrarreloj
La salida de Mariano Soso se dilató más de la cuenta. Mientras que desde Rosario apuntaron su cercanía con Newell’s Old Boys, el último 20 de noviembre fue la primera vez que le comunicó a Alianza Lima su deseo de marcharse para cumplir el sueño de dirigir al equipo del cual es hincha. Después de algunas horas de arduas negociaciones, ambas partes llegaron a un trato para resolver el contrato que los unía, por lo que el entrenador argentino pagará su cláusula en montos fraccionados. Así pues, lo más seguro es que en los próximos días lo anuncien como DT de la ‘Lepra’.
Con todo esto definido, en Alianza Lima se quedaron sin entrenador y ahora no pueden perder más el tiempo en encontrar al reemplazante ideal. Por estos días Franco Navarro estuvo en Argentina, moviendo sus contactos para ver posibles opciones y resolver este asunto para que empiece la planificación de la pretemporada, además de la conformación del plantel con el análisis previo del nuevo comando técnico. Del 2023 para el 2024, los ‘Íntimos’ se desprendieron de 16 futbolistas e hicieron un cambio brusco que a la larga les terminó costando. Ahora deberán ser más cuidadosos al elegir a los que se quedarán para el 2025.
Hay un punto que no se puede obviar: el presupuesto. “Ha aumentado. Será mayor al del este año que fue histórico. Es decir, el presupuesto para el 2024 será histórico”, dijo José Sabogal, exadministrador de Alianza Lima, en una entrevista con El Comercio en diciembre del 2023. Desde aquellas declaraciones hasta el día de hoy, muchísimas cosas han cambiado en la institución ‘íntima’. La época de bonanza quedó en el pasado y los números cambiaron a raíz de este 2024 para el olvido: además de que los 3 millones de dólares de la Copa Libertadores se convirtieron en solo 400 mil dólares –jugarán desde la Fase 1 como Perú 4–, recibieron una multa de Indecopi de casi 400 mil dólares por el apagón del Estadio Alejandro Villanueva en la final del 2023 y deberán pagar un indemnización de 250 mil dólares por romper unilateralmente el contrato de Cristian Díaz.
Este es el contexto en el que trabajará Franco Navarro, un director deportivo identificado con Alianza Lima y que evidentemente no tiene el desconocimiento del fútbol peruano que en su momento tuvo Bruno Marioni. Si a eso le sumamos la llegada de Wilmar Valencia como director de Divisiones Menores –antes también fue jefe de la Unidad Técnica de Menores del Club Esther Grande de Bentín–, en La Victoria confían firmemente en que este es el camino que deben de seguir para que recuperen esa identidad que necesitan en las áreas ligadas a lo estrictamente deportivo.
En Universitario, por ejemplo, están Jean Ferrari, Manuel Barreto, José Luis Carranza, Jorge Araujo, Piero Alva, entre otros. En Sporting Cristal, José Soto, Carlos Lobatón, Julinho, Renzo Revoredo y en su momento estuvo Jorge Cazulo. Está claro que esta fórmula no te asegura el éxito como si de un mandato se tratase, pero sí ayuda a que el club se mantenga en esa línea identitaria que no debe perder con el paso de los años. Bien dicen que la historia la escriben los de la casa; en Alianza Lima quieren escribir un 2025 muy diferente al de estos dos últimos años.