El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha identificado a más de 600 inmigrantes en Estados Unidos con posibles vínculos a la pandilla venezolana Tren de Aragua, generando preocupación entre las autoridades locales y federales, según informó NBC News.
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Tren de Aragua genera caos en Estados Unidos
De estos, aproximadamente 100 son considerados "sujetos de interés" y se les ha recomendado incluirlos en una lista de vigilancia del FBI. Los demás podrían ser víctimas, testigos o también miembros de la pandilla.
El Tren de Aragua tiene presencia en 15 estados y se sospecha que está activo en otros ocho. El DHS comenzó a recopilar información sobre la pandilla tras un aumento de delitos asociados, incluidos el tráfico sexual en Louisiana y el tiroteo de policías en Nueva York.
Desde octubre de 2022, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha arrestado a más de 100 personas vinculadas al Tren de Aragua, de las cuales 75 fueron por violaciones de inmigración y más de 20 referidas a procesos federales. Un portavoz del DHS afirmó que están trabajando para identificar a pandilleros y llevarlos a procesos penales o expulsiones aceleradas.
Determinar el número exacto de miembros del Tren de Aragua en EE. UU. es difícil debido a la falta de cooperación del gobierno venezolano en la compartición de antecedentes penales. Frank Figliuzzi, exdirector adjunto de contrainteligencia del FBI, indicó que la cifra de 600 podría ser subestimada y que la pandilla aún no muestra el nivel de sofisticación de organizaciones más grandes, como MS-13.
A pesar de las afirmaciones del expresidente Donald Trump sobre la supuesta invasión del Tren de Aragua en ciudades como Aurora, Colorado, las autoridades locales afirman que la situación está exagerada y que la mayoría de las víctimas son venezolanos que han sido explotados por la pandilla.
Investigaciones del ICE sobre el Tren de Aragua han revelado vínculos con el tráfico de personas, pero muchos de los sujetos de interés no están bajo custodia porque están en manos de otras agencias o porque sus conexiones no están confirmadas. La situación se complica, ya que Venezuela no acepta a sus ciudadanos deportados, obligando a ICE a liberarlos tras cumplir condenas.
Los funcionarios del DHS siguen evaluando la situación para asegurar que aquellos considerados como riesgos para la seguridad pública sean detenidos adecuadamente.