Las sospechas de dopaje persiguen al deporte ruso. La última acusación surgió en Alemania y se dirige a la selección anfitriona del Mundial. Los jugadores de Rusia habrían estado esnifando amoniaco, una sustancia no prohibida, para mejorar su rendimiento durante los partidos del torneo 2018. La pista la abrió este fin de semana el diario muniqués Süddeutsche Zeitung.
En un reportaje sobre métodos de mejora del rendimiento, la federación rusa admitió al periódico bávaro que, antes de entrar al campo contra España, uno de los suplentes del DT Stanislav Cherchésov esnifó amoniaco impregnado en un algodón.
El amoniaco no está tipificado como sustancia prohibida en los reglamentos antidopaje internacionales, pero proporciona beneficios físicos: estimula la respiración y mejora el flujo de oxígeno en la sangre. “La federación rusa actuó como si se tratara de algo tan común como usar champú en la ducha”, escribe el Süddeutsche Zeitung.
Con la veda abierta, el sensacionalista Bild estuvo pendiente del comportamiento de los jugadores rusos en el partido de cuartos de final contra Croacia. Al final del descanso, en la señal internacional de la televisión pública alemana ARD-Das Erste se pudo observar cómo varios jugadores rusos se restriegan la nariz, unas imágenes que para el Bild suponen un indicio del uso del amoniaco.
El médico de la selección rusa, Eduard Bezuglov, negó ayer que los futbolistas rusos se doparan durante el Mundial antes de jugar los octavos de final contra España y los cuartos de final contra Croacia. “Se trata de un simple amoniaco con el que se impregnan trozos de algodón y después se inhala. Esto lo hacen miles de deportistas para animarse. Se utiliza desde hace décadas”, dijo Bezuglov a medios locales.
El doctor agregó que el amoniaco “no solo se usa en el deporte, sino en la vida cotidiana de la gente cuando alguien pierde el conocimiento o se siente débil. Simplemente por el fuerte olor que desprende. Se puede ir a cualquier farmacia, comprar algodón y amoniaco. Esto no tiene ninguna relación con el dopaje”.
No es la primera vez que el fútbol ruso es considerado sospechoso de dopaje, ya que en 2016 la FIFA (Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol abrió una investigación de una trama en la que estarían implicados once jugadores citados por el informe McLaren de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Entre los implicados en la trama figuraba el central del Rubín Kazán, Ruslan Kambólov, que fue convocado para el Mundial, pero fue sustituido en el último momento por Serguéi Ignashévich.
Esto (inhalación de amoniaco en una bola de algodón) lo hacen miles de deportistas para animarse. Se utiliza desde hace décadas.
Eduard Bezuglov, médico de la selección rusa
(D)