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Los momentos de gloria se disfrutan el doble si llegan tras una incertidumbre que pone todos tus pensamientos al límite. Eso le pasó a Florencia Chiarella. La velerista peruana se coronó campeona mundial juvenil del mundial de la World Sailing en Omán, y lo hizo tras una última jornada donde se creyó que la iban a eliminar.
Desde Dubái, en su largo viaje de regreso a Lima, la campeona mundial nos atiende brevemente con la conectividad que el Internet permite. Tendrá que viajar a Miami para de ahí tomar el vuelo a Lima, la ciudad que la espera para agradecerle por el título.