Nuestros hábitos alimenticios tiene mucho que ver con tener un cuerpo sano. Por eso muchos buscan información sobre cómo llevar una alimentación saludable y balanceada y, al encontrar recomendaciones, siempre se topan con que las estrellas principales entre los alimentos sugeridos son las frutas y verduras.
PUEDES VER: ¿Cuáles son los beneficios de la granola y por qué deberías incluirla en tus desayunos?
No es secreto para nadie que, al tener una dieta, las frutas y verduras se encuentran muy presentes. Esto ha hecho tomar conciencia a muchos sobre la importancia de consumirlas a diario, pero aún no todos conocen la cantidad más recomendada que deberían ingerir. Por suerte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha pronunciado recientemente al respecto.
¿Cuántos debo consumir de frutas y verduras según la OMS?
Basados en la más reciente evidencia científica, los miembros de la OMS, el principal organismo a nivel mundial para las políticas de prevención, promoción e intervención en la salud, recomiendan que los adultos, adolescentes y niños, desde cierta edad, consuman, como mínimo, 400 gramos de frutas y verduras al día. Esta recomendación aplica para las personas desde los 10 años en adelante.
Para el caso de los niños que se encuentran entre los 2 y 5 años, lo recomendado es que ingieran 250 gramos de frutas y verduras al día; subiéndose la cantidad a 350 gramos entre los 6 y 9 años. Además, la OMS también sugiere que adultos y niños a partir de los 10 años consuman por lo menos 25 gramos de fibra natural al día.
¿Qué importancia tiene el consumo de frutas y verduras?
Estos consejos de la Organización Mundial de la Salud tiene por objetivo prevenir el riesgo del aumento de peso no saludable y enfermedades relacionadas a esta tendencia, como la diabetes tipo 2, problemas con el corazón y algunos tipos de cáncer.
De hecho, especialistas del Instituto Nacional de Salud (INS) del Ministerio de Salud (Minsa), señalan precisamente que es el consumo de frutas y verduras algo muy beneficioso para prevenir enfermedades como la diabetes, obesidad, hipertensión arterial y afecciones cardiovasculares.