En pleno 2024, en medio de la aparición de la Inteligencia Artificial que promete cambiar para siempre la forma en que los humanos concebimos la vida, nos resulta cosa del pasado pensar en las tribus de la Edad de Piedra, pero qué pensarías si te digo que existe una que habita una isla alejada de todo donde sus pobladores viven como antes que la civilización más antigua existiese. ¿No lo crees? Entonces, sigue leyendo para conocer la verdad sobre este insólito del que si entras, nunca saldrás.
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Sentinel del Norte, el lugar más aislado del mundo
Sentinel del Norte (o North Sentinel) se puede encontrar con facilidad en Google Maps y hace unos años, al hacer zoom a sus costas, podía verse una embarcación encallada en la arena. Esto no sería nada del otro mundo de no ser porque esconde una historia de muerte y violencia que tiene como protagonistas a las tribus que aquí viven, las cuales son brutalmente hostiles con cualquier invasor.
Contando con tan solo 50.67 kilómetros cuadrados, en el papel forma parte de la India, pero en los hechos las autoridades no se acercan a esta, porque de hacerlo sus vidas podrían corren serio peligro, por lo que absolutamente NADIE la visita y quienes tienen el infortunio de pisar sus arenas blancas JAMÁS regresan.
Los sentineleses, como se conoce a los habitantes de esta tierra que integra las islas Andamán en el Golfo de Bengala, no tienen ni desean tener contacto con la "civilización" y esta afirmación es compartida por sus casi 400 pobladores.
Aquí no hay tiendas ni mercados, tampoco campos de juego ni edificios, mucho menos hospitales, centros médicos, ni ningún tipo de maquinaria, NADA, lo que incluye la ausencia absoluta de turista, pues los sentineleses no quieren que vayan a verlos como si se tratara de un zoológico o parque de exhibiciones.
Sin embargo, lo que se sabe es que un breve paseo por Sentinel del Norte es un recorrido por un túnel del tiempo hacia varios milenios atrás y esto no es exagerado, ya que ni siquiera practican la agricultura, la cerámica o la alfarería. Sin embargo, están libres de algunas taras de nuestro mundo como ideologías políticas, contaminación ambiental o estrés.
Los primeros reportes de Sentinel del Norte, el lugar más peligroso del mundo
De hecho, no solo tienen esta fama, sino también de "caníbales", pues se cree que Marco Polo, el famoso explorador veneciano, se refirió a esta isla en el siglo XII como: "si un extranjero llega a sus tierras, inmediatamente lo matan y, acto seguido, se lo comen". Para este personaje, no eran otras cosas más que crueles salvajes.
Los primeros contactos datan de 1771, cuando un barco con bandera India pasó por la isla notando luces, lo cual fue reportado, pero no desembarcaron, pues su misión era otra.
Sin embargo, la primera tragedia relacionada a Sentinel del Norte documentada es de 1867, cuando el barco mercante Nineveh quedó varado en el arrecife de coral que rodea esta isla, por lo que sus 86 pasajeros y 20 tripulantes nadaron hasta llegar a sus costas, pero tres días después ya estaban protegiéndose de los nativos que los atacaban con flechas.
La resistencia de los náufragos parece haber molestado más de la cuenta a los sentineleses, pues cuando se envió un navío de rescate, solo encontraron los esqueletos de estos.
Cuando los ingleses declararon que la isla era parte de sus dominios, llegó a estas tierra Maurice Vidal Portman en 1880 que con su tripulación raptaron a una pareja de ancianos y cuatro niños que fueron llevados hasta Port Blair para estudiarlos científicamente; pero a los días cayeron enfermos y los adultos mayores murieron, por lo que decidieron devolver cuanto antes a los menores.
En 1896, un convicto del penal Gran Andamán escapó y su destino de fuga fue Sentinel del Norte. Cuando lo fueron a buscar, encontraron sus restos repletos de flechas
Muertes en Sentinel del Norte en el siglo XX
Antes que iniciara el siglo XX, el aún existente Imperio Británico había tirado la toalla con los sentineleses.
El siglo del 1900 no fue ajeno a más casos de horror en la isla, pues en 1961, Michael Rockefeller desapareció mientras visitaba la isla Asmat, su familia no pudo encontrarlo en su momento, pero la verdad salió a la luz recién en 2014, cuando el reportero de National Geographic, Carl Hoffman reveló que fueron los nativos quienes lo victimaron, debido a la información obtenida de los misioneros neerlandeses.
Sucede que cuatro años antes de este suceso (1957), neerlandeses realizaron una masacre y vieron en el joven estadounidense el mejor chivo expiatorio, por lo que lo raptaron, lo subieron a una barcaza para atravesarlo con una lanza, para luego matarlo.
Una vez lo ultimaron, prendieron una hoguera, le cortaron la cabeza, abrieron su cráneo y se lo comieron, tras lo cual se bañaron con su sangre. Pero, aquí no culminó todo, pues el rostro fue puesto en una estaca, a la vez que cocinaron los restos de su cuerpo, mientras que con los huesos de sus piernas se hicieron dagas y lanzas.
Otros episodios no trágicos, fue cuando en 1975, el rey de Bélgica en el exilio, Leopoldo III pasaba con su embarcación por las costas siendo atacados por un sin número de flechas. En 1981, el carguero Primrose encalló muy cerca de Sentinel del Norte, por lo que el capitán, sabiendo la fama de la isla ordenó a todos no abandonar la embarcación. Los sentineleses intentaron abordar la nave, pero les fue imposible. Felizmente, fueron rescatados por helicópteros.
Sentinel del Norte: la tragedia de John Allen Chau en 2018
Sin embargo, el caso más reciente y aquél que conmovió al mundo entero sucedió en 2018, cuando John Allen Chau fue hasta Sentinel del Norte con el objetivo de evangelizar a los sentineleses.
Su intenciones eran buenas y llegó a la isla tan solo portando una Biblia y una pelota de fútbol gracias a unos pescadores que lo acercaron a la isla. Lo cierto es que dicho viaje de por sí era algo ilegal, pero Chau no evaluó esto, pues los sobornó con el pago de 350 dólares.
Pero, y como era previsible, todo acabó en tragedia, pues fue atravesado por las flechas de los nativos y su cuerpo jamás fue recuperado por el gobierno hindú, mientras que la familia, mostrando hidalguía, aseguró haber perdonado a los miembros de la tribu.
La única persona que sobrevivió a Sentinel del Norte
El único ser humano en el siglo XX que dialogó con los sentineleses y sobrevivió para contarlo fue Triloknath Pandit, un antropólogo hindú que entabló contacto con los aborígenes, al punto que los visitó en más de una ocasión durante varias décadas.
La primera vez tuvo lugar en 1967; en un inicio, los nativos se escondieron en la selva, pero luego lanzaron flechas. El sujeto les llevó regalos tales como ollas y sartenes, mucho coco, herramientas de hierro como martillos o cuchillos. La tribu no lo supo apreciar.
Fue recién en 1991 cuando los sentineleses se acercaron en son de paz en el mar: "Esta vez nos habían aceptado. Fue su decisión venir a nuestro encuentro y fue bajo sus términos", dijo el antropólogo en su momento a la BBC.
En aquella ocasión, los nativos no los dejaron pisar tierra firme: "Durante nuestras interacciones nos amenazaron, pero nunca llegaron al punto de matar o lastimarnos. Cada vez que se agitaban, retrocedíamos. Hablaban entre ellos, pero no entendíamos su lenguaje. Sonaba parecido a otras lenguas habladas por las tribus del área".
Pandit siempre se negó a calificarlos como salvajes: "es una manera equivocada de mirarlos. Nosotros somos los agresores, somos los que tratamos de entrar a su territorio. Es necesario respetar sus deseo y dejarlos en paz", sentenció.