Para millones de personas alrededor del mundo, la figura de Jesús de Nazareth es la más importante de la historia y puede que, en muchos sentidos, tengan razón, pero el misterio sigue rodeando no solo muchos aspectos poco conocidos de su vida, sino también cómo lucía en realidad el que para muchos es considerado "el hijo de Dios".
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El rostro de Jesús en la historia universal
Y es que desde que el cristianismo y el catolicismo se convirtieron en la religión oficial del desaparecido Imperio Romano hasta nuestros días, se nos ha presentado una versión muy occidentalizada de Jesucristo.
Ya que desde los primeros frescos, pasando por los vitrales de las grandes catedrales europeas, hasta en las estampitas de carácter religioso, la imagen arquetípica de Jesucristo es la de un hombre esbelto, de gran tamaño, de tes notoriamente blanca, con ojos claros (la mayoría de las representaciones celeste), cabellos y barbas castaño claro y ligeramente ondeados, a la vez que sus facciones son delicadas sin rozar lo femenino.
Esto pudo tener con el paso del tiempo muchos sentidos; el más primario asemejar al dios que se venera a la imagen de sus seguidores, en este caso, los de la vieja Europa; en otros, como un signo de dominación, pues Cristo compartía los mismos rasgos físicos de los "conquistadores".
¿Cuál fue el verdadero rostro de Jesús?
Sin embargo, durante el siglo XX y principios del XXI, muchos investigadores hicieron nuevas lecturas de los evangelios buscando respuestas a diversos misterios, entre ellos ¿Cómo lucía Cristo en el siglo I de nuestra era?
La más popular de estas vino de parte de Richard Neave, quien tras realizar análisis forenses a un cráneo judío de la época donde, históricamente, se sitúa la vida y obra de Jesús, condujo a una imagen generada por computadora que dista mucho de la hegemónica.
En esta se veía a un Jesucristo con el color de piel trigueña, cabello, barba y facciones toscas, propias a las de un habitante de la Judea dominada por el Imperio Romano.
La imagen causó mucha polémica a inicios del siglo XXI, sobre todo del sector más conservador del cristianismo, el cual se negó a admitir una figura no europeizada del hijo de la Virgen María.
El verdadero rostro de Jesús, según la IA
Sin embargo, recientemente, la inteligencia artificial hizo eco de este debate y cuando le pidieron que muestre el verdadero rostro de Jesús el resultado fue igual de controvertido.
Publicado en X (antes Twitter), vemos dos imágenes del mismo rostro: los ojos grandes, ligeramente afelinados, nariz larga sin ser aguileña, labios delgados, cejas pronunciadas, cabello color negro (o castaño oscuro), un rostro muy similar al de un poblador de la actual Palestina.