En la vida siempre existen oportunidades, unos las toman y otros deciden hacer caso omiso, pero la historia de Max Star, gladiador del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), el destino le tenía algo muy especial a la edad de 13 años.
Regularmente, el ahora luchador profesional, asistía a las funciones junto a sus familiares y conocidos; sin embargo, en una noche en especial, él disfrutaba del espectáculo cuando le dijeron que se alistará para hacer su debut en el cuadrilátero.
Para ese entonces, Max Star contaba con algunos conceptos de lucha libre, pues comenzó a entrenar desde los cinco años, fue por ello que decidió tomar el reto pese a lo imprevisto, los nervios y la adrenalina que lo invadía.
"La primera vez que luché fue en una arena en Chimalhuacán que se llamaba La Loba y pues como todo luchador, ese día no llegó alguien, ahí estaba yo, ya listo con mis cosas y recuerdo que subí con un pants guango y una mascarita que me había mandado a hacer mi padre. De repente me hablaron y pues tuve que subir a demostrar lo que había aprendido en el ring", comentó Max Star en entrevista con MILENIO-La Afición.
Al ser una arena independiente, generalmente se daban cita 50 personas o menos, pese al número de asistentes que regularmente estaban registrados, esto no lo alejó de las pulsaciones que sentía en el momento.
"Es algo muy interesante porque normalmente en la arena nunca había mucha gente, yo creo que si había 50 personas eran demasiadas pero aún así el nerviosismo existía, el saber que ya estaba debutando en lo que amaba hacer día a día", mencionó.
Los comienzos
Lo importante para Max Star fue haberse fogueado desde una edad temprana, y es que la lucha la traía en las venas; su padre también fue luchador de arenas pequeñas, lo que lo impulsó a seguir el mismo camino que su progenitor.
"Empecé a entrenar lucha libre a los cinco años, bueno a empezar a mis primeras rodadas un poco de lucha olímpica, grecorromana, intercolegial porque mi padre era luchador de arenas pequeñas, luchaba como Pequeño Goliat, llegó a luchar en la arena Afición, Azteca, Budokan, entre otras arenas chicas y así es como yo empiezo; ya cuando crezco, con el tiempo me doy cuenta que es lo que quiero para mi vida", agregó.
Ser luchador para su padre es motivo de orgullo al seguir con su legado, pero no lo fue así para su madre, quien se preocupó porque abandonó la escuela y se fue de lleno por el sueño de ser una estrella mundial.
"Cuando yo decido ser luchador, mi padre fue el que me apoyó, mi mamá como toda madre no quería que yo dejará la escuela, ya no quise seguir estudiando y le dije que quería ser luchador; entonces es cuando llego a los 14 años al Consejo Mundial de Lucha Libre, a la escuela del CMLL y empiezo a forjarme con el profesor Tony Salazar", añadió.
Sus otras profesiones
Además de ser luchador profesional, el gladiador aéreo también cuenta con otras profesiones, tiene estudios en fisicoconstructivismo y fitness, fue en ese entonces cuando le llegó la oportunidad de probarse y entrar al roster del CMLL.
"Viene la pandemia y empecé a estudiar fisicoconstructivismo y fitness, ser preparador, entonces ahí empecé a trabajar en algunos gimnasios, también estudié cursos de nutrición y un poco de más de farmacología y ya después me hablan para una oportunidad, me convocan para hacer una prueba para entrar al Consejo Mundial de Lucha Libre, es donde ya dejó todo y me dedico de lleno a la lucha libre".
La otra cara
Star es un profesional dentro y fuera del ring, su vida está enfocada al cien por ciento a su profesión, sin embargo, le ha costado no estar en casa y por ende no ver a su familia, incluso de prescindir de momentos con su hermana quien espera un hijo.
"Es algo muy difícil el que no estás en tu casa, que te la pasas entrenando, que no ves a tu familia, ahora en el caso de mi hermana está esperando un bebé y no he disfrutado esa etapa, pero creo yo que con este tipo de noticias, este tipo de oportunidades vale la pena y también mi familia lo entiende y me dicen: 'Es tu sueño, síguelo, persíguelo y trabaja por ello'", concluyó.
RGS
