En el plan original, este julio el bicicrosista cuencano Alfredo Campo debía estar en Tokio tras una medalla, la pandemia del COVID-19 postergó los Juegos Olímpicos, pero no el sueño del tricolor de subir al podio, aunque un año más tarde.
A Campo la emergencia sanitaria lo sorprendió durante su preparación en Rock Hill, Estados Unidos, pero está de vuelta al país para “recargar baterías”.
“Había incertidumbre por la situación de los Juegos, pero que estos pasen al 2021 fue un alivio muy grande. Ahora con el cambio de planes no queda más que tomar las cosas de buena forma, con optimismo y fe”, dijo.
El azuayo sueña con correr en Tokio 2020 (la cita deportiva mantendrá igual denominación pese a disputarse un año después) y por la preparación realizada en el ciclo olímpico apuntaba a llegar en su “mejor momento”, según el deportista, quien la pasada temporada cerró segundo en el ranking mundial de la disciplina de BMX Supercross.
“Creo que vamos a superar esto y cuando sea el momento vamos a estar más listos que nunca. Mi meta es estar en el partidero en Tokio mejor preparado”, indicó.
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El comité organizador no descarta una cancelación de los Juegos si no se controla la pandemia, y aunque esta sería “la opción Z” del Comité Olímpico Internacional, para Campo el solo pensar en esa posibilidad es una fatalidad.
“Pensar que Tokio no llegue es para sentarse a llorar, porque desde que me caí en los Juegos de Río de Janeiro (2016) y me levanté con el hombro roto, mi mente empezó a pensar en Tokio. Han sido cuatro años espectaculares, pero no ha habido un solo día que no piense en estos Juegos”, comentó.
Como la generalidad de deportistas, Campo ha tenido que sortear obstáculos para su preparación. “En esta actividad no puedo entrenar desde casa, no se pueden usar simuladores”, dijo el ciclista de 27 años, quien definió a la paralización obligada como “una etapa muy dura” y unas “vacaciones largas”.
“Teníamos un plan trazado, pero siempre hay cambios de planes y espero que esto me haga más fuerte. Sé que todo esto (pandemia) es una prueba para demostrarnos qué tan fuertes somos, pero estamos seguros que de aquí vendrán cosas grandes”, expresó.
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Para el azuayo, Tokio serán sus segundos Juegos Olímpicos, y aunque no descarta llegar a París 2024, con 31 años, “todo dependerá de cómo se den las cosas en estos Juegos”. Agregó: “No será una decisión que la tome solo yo, eso será con mi familia y todo mi equipo de trabajo, pero se analizará luego de lo que pase en Tokio. El objetivo es siempre estar entre los mejores del mundo, no hacer que el deporte me deje por malo sino dejarlo yo porque cumplí un ciclo y me retiré feliz; si llego a París, estaré bien, pero si no llego, estaré feliz porque lo dejé todo. Sé que va a llegar”.
Por la planificación de su preparación, el ciclista tricolor lamentó la suspensión de varias pruebas. “Veremos hasta final de año lo que se pueda hacer, vamos un día a la vez, pero si mañana me toca competir, estamos listos”, concluyó Campo. (D)