La NBA ha atendido la petición de los Chicago Bulls al aprobar la disabled player exception que habían pedido por la grave lesión de Lonzo Ball, quien se espera que no juegue en toda la temporada 2023-24.
Para ser exactos, los de Illinois reciben una excepción de 10,2 millones de dólares, la cual pueden usar para reforzarse, siempre que lo hagan con un traspaso en el que reciban un jugador que esté en último año de contrato, o a través de la agencia libre firmando a un jugador por un solo año.
Lo cierto es que la situación del base es realmente complicada e incluso peligra su carrera. Sin jugar desde enero de 2022, el general manager el equipo, Arturas Karnisovas, señaló en mayo de 2023 que se perdería toda la temporada venidera. En la franquicia siguen apostando por su regreso y confían en que la última intervención, un trasplante de cartílago que tuvo lugar en marzo, sea la solución definitiva.
Para los Bulls supuso (y supone) un golpe enorme la prolongada baja de Lonzo. Cuando le ficharon en verano de 2021, el equipo empezó como un tiro y llegó a liderar durante semanas la Conferencia Este; sin embargo, fue lesionarse y todo se vino abajo. Necesitan que se recupere. Todos queremos que se recupere.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)