El Sevilla sigue apuntando al 11 de agosto mostrando mejorías en cada uno de sus duelos amistosos. Ante el Watford, se llevó un trabajado triunfo que fabricó gracias a la maestría de Vitolo, que tumbó la muralla de los ingleses con una definición brillante.
No había comenzado de la mejor manera posible el duelo para los sevillistas: Immobile, titular esta vez, se marchó del campo a los cinco minutos ras recibir un fuerte golpe en la nariz. No tiene suerte en este apartado el cuadro de Emery, que también tenía entre algodones a Gameiro tras lesionarse ante el Stade de Reims.
Emery confió ese sitio a Juan Muñoz y por detrás Konoplyanka y Vitolo fueron los elegidos para apuntalar las bandas. Una internada de Tremoulinas motivó la primera gran ocasión del Sevilla, aunque el remate de Coke se estrelló en el poste.
Enfrente, un bloque diseñado por Quique Sánchez Flores con numerosas incorporaciones de gran potencial y algunas piezas de experiencia como Behrami y Capoue. El dominio era alterno y Nzonzi trataba de imponer su poderío físico para equilibrar la buena salida del Watford, más veloz en sus acometidas a la contra.
Berghuis e Ighalo trataron de desbordar en acciones aisladas en las que el joven Luismi supo mantener su sitio en la zaga de Emery, que sigue probando al canterano en sus experimentos de cara a la Supercopa de Europa.
El primer tiempo finalizó con un reparto de méritos y unas tablas momentáneas que reflejaban la igualdad existente. Tras la reanudación, más poder del cuadro sevillista, que dio entrada a Mariano en el carril diestro y a Reyes para que Vitolo regresara al su lado preferido, el izquierdo. Una acción de maña del utrerano propició que el canario se internara en el área, realizara un recorte y definiera con la diestra. Golpe de maestro para desequilibrar la aparente igualdad.
No se rindió el Watford. Kakuta debutó como sevillista y Beto sacó una mano providencial para salvar el triunfo. La sonrisa de Emery sigue en construcción de cara a la cita del 11 de agosto.