02/05/2024

“Intentar encontrar argumentos para sostener la presencia de Reynoso al mando de la selección es imposible” | OPINIÓN [VIDEO]

Hace 6 meses

Perú enfrenta este martes a Venezuela –posiblemente, la mejor de la historia–y es urgente cuestionar el compromiso de algunos seleccionados con La Bicolor. ¿Solo es culpable Reynoso de este último lugar?. Lee la columna completa de Pedro Ortiz Bisso.

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Nunca sabremos si nos comimos la gambeta del Tigre. Pero más allá de la responsabilidad de Juan Reynoso en el desastre del Siles, no constituye acto de ingratitud cuestionar si es real el compromiso de algunos de estos jugadores con los intereses de la blanquirroja en esta eliminatoria. La pobre actuación ante el ex peor equipo de Sudamérica (todos sabemos a quién le pertenece ahora ese triste honor), nos remite a épocas que parecían olvidadas, cuando un llamado a la selección no era una razón de orgullo sino una desagradable obligación.

Extraña cómo un técnico tan afín a las mediciones de rendimiento físico haya considerado como titular a Carlos Zambrano, de flojísimo rendimiento en las finales ante Universitario, inquilino de la enfermería aliancista por asuntos musculares y con apenas 5 minutos en la altura en toda la temporada. No sorprende, en cambio, el nivel de Callens, en caída libre desde que dejó la MLS o los vaivenes de López, de presente irregular en el Feyenoord holandés. Tampoco Tapia, a quien lo peor que pudo pasarle fue recibir la chapa de Capitán del futuro, porque confundió determinación con arrogancia, y la autocrítica parece ser una palabra prohibida en su diccionario particular. Lo mismo podemos decir de Advíncula, quien otra vez se perderá un partido clave por su ridícula amarilla, hoy festejada por la fanaticada de Boca Juniors.

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En la conferencia de prensa pospartido, Reynoso declaró que no compartía la opinión de aquellos que consideraban que Perú había sido superado por Bolivia. Ignoro si lo hizo conscientemente, pero su afirmación debe ser el mayor reconocimiento realizado alguna vez por un seleccionador nacional del misérrimo desempeño de su equipo. ¿O qué otra cosa puede significar perder por dos goles de diferencia con un equipo supuestamente inferior al que, encima, se le inquietó el arco una sola vez?

Mucha de la crítica que ha recibido el ‘Cabezón’ está sesgada por el rechazo de quienes no olvidan aún cuando, siendo jugador, dejó Alianza Lima para vestirse de crema. No es motivo de esta columna ocuparse de ciertos traumas adolescentes, pero intentar encontrar argumentos para sostener la presencia de Juan al mando de la bicolor es imposible. Para qué seguir dándole vueltas al asunto. No supo administrar las pobrezas que heredó, se siguió creyendo entrenador de club y entre mil ensayos terminó confundiendo y confundido.

El once de Perú ante Bolivia: debutó Piero Quispe. Franco Zanelatto y Joao Grimaldo han tenido minutos antes.
El once de Perú ante Bolivia: debutó Piero Quispe. Franco Zanelatto y Joao Grimaldo han tenido minutos antes.

Detrás de una de esas lonas gigantescas que instaló en la Videna se extravió el toque, la selección perdió su esencia y eso que tanto había costado conseguir: la conexión con la gente.

La grandeza no se nutre solo del éxito sino también de reconocer cuando los ciclos se terminan y acaso hay otros que lo puedan hacer mejor. Pase lo que pase ante Venezuela, la respuesta es una sola.

Es momento, Juan.


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