Los cuartos de final de Wimbledon comenzaron con un par de sorpresas y terminaron con una confirmación. Andy Murray, defensor del título y número uno del mundo, y Novak Djokovic se despidieron del tercer Grand Slam de la temporada. Roger Federer, en cambio, se tomó una dulce revancha y quedó como el claro favorito a ganar en el All England Club.
El suizo, número 5 del mundo, despachó sin problemas al canadiense Milos Raonic, el mismo que el año pasado lo había eliminado en las semifinales. Esta vez fue 6-4, 6-2 y 7-6 (4) para el tenista de 35 años, que si gana el título subirá dos puestos en el ranking para meterse nuevamente en el podio.
Roger, que necesitó de poco menos de dos horas para meterse en semis en su partido número 100 en Wimbledon, jugará por un lugar en la final ante el checo Tomas Berdych, quien aprovechó la lesión de Djokovic cuando ganaba 7-6 (7-2) y 2-0 para avanzar. El serbio buscaba el título y volver a lo más alto del ranking, pero su codo derecho se lo impidió.
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Antes, la gran sorpresa del día la dio Sam Querrey (28°), quien venció a Murray en su propia casa por 3-6, 6-4, 6-7 (4-7), 6-1 y 6-1 en 2 horas y 42 minutos de partido.
Querrey, quien había eliminado a Nole en Wimbledon 2016, sacó rédito de su saque: metió 27 aces y solo perdió 12 puntos de 74 con su primer servicio. Además, totalizó 70 winners ante un Murray que en el cierre del partido careció de precisión.
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El estadounidense se metió así en semifinales por primera vez en su carrera.
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En semifinales, Querrey se enfrentará a Marin Cilic (6°), quien eliminó Al luxemburgués Gilles Muller, verdugo de Rafael Nadal. El campeón del US Open 2014 se impuso por 3-6, 7-6 (8-6) y 7-5, 5-7 y 6-1 en 3 horas y 29 minutos.
Cilic terminó con 33 aces en un partido muy parejo: el croata obtuvo 155 puntos contra 147 de su rival, quien a los 34 años disputó por segunda vez en su carrera un partido de cuartos de final de Grand Slam.