La inflamación estomacal es un proceso natural y común en las personas. Esto ocurre porque el cuerpo busca protegerse y sanarse de multitud de daños y enfermedades. Entonces, no es peligros, sino que es un mecanismo que el organismo ataca al agente invasor y moviliza compuestos para la reconstrucción. Pero hay que tener cuidado cuando la inflamación es larga porque es dañina y silenciosa, donde la dieta antiinflamatoria cumple un rol importante.
Hoy por hoy, precisamente, la mayoría de las enfermedades inflamatorias requieren de un control metabólico mediado por una buena alimentación. Muchos estudios confirman que una alimentación a base de harinas refinadas, grasas, dulces, carnes rojas y con escasa cantidad de frutas y verduras tiene un efecto inflamatorio, generando el sobrepeso, enfermedades cardiovasculares, problemas en el sistema inmunitario, inflamación crónica generalizada, entre otros.
La dieta antiinflamatoria se divide en 2 principios fundamentales: priorizar comidas que ayudan a nuestro cuerpo a combatir la inflamación (antiinflamatorios), especialmente aquellos ricos en antioxidantes, y evitar todos aquellos que provocan, mantienen o agravan un proceso inflamatorio, aumentando los marcadores de inflamación sistémica.
¿Por qué se produce la inflamación estomacal?
Es síntoma de estrés dentro de nuestro cuerpo, señal de que algo va mal, cuando un elemento externo que ingresó a nuestro organismo, como una bacteria o virus, ataca a nuestro cuerpo y este reacciona defendiendo mediante una inflamación, de la misma manera como cuando nos golpeamos o torcemos el tobillo y se hincha, debido a una inflamación localizada.
Cuando nuestro cuerpo se encuentra con un elemento tóxico o dañino dentro de su sangre se produce una inflamación sistémica, afectando a los órganos y estructuras internas. Algunas veces es causada por una constante exposición a contaminación, al tabaco, a la falta de sueño, al estrés, a los malos hábitos alimentarios. Estudios revelaron que estos grados de inflamación pueden ser la causa de futuras enfermedades cardiovasculares, demencia, dolor crónico, y problemas gastrointestinales.
¿Qué alimentos son inflamatorios?
Si buscas revertir la inflamación, hay alimentos que debes evitar o limitar su consumo de forma progresiva o para ocasiones especiales, si no queremos crear hinchazón en nuestro cuerpo. Algunos de estos de estas comidas son:
- Alimentos procesados: El cuerpo humano no tiene la capacidad de digerir y metabolizar los químicos artificiales como colorantes y conservantes que encontramos en los “alimentos” procesados. Nuestro organismo no tiene la capacidad para reconocerlos como comida y activa el sistema inmunológico para defender.
- Harinas y azúcares refinados: Estos ingredientes como el azúcar blanca de mesa, jugo procesados, pizzas, grasas, entre otros, provocan un pico de glucosa en sangre, que a su vez eleva los niveles de insulina, creando un alti-bajo constante de esta hormona y desencadenando una reacción inmune y, por lo tanto, inflamación.
- Carnes rojas: El consumir carne roja de manera constante, el cuerpo produce un químico llamado Neu5gc, y nuestro cuerpo genera una respuesta antiinflamatoria contra él.
- Cereales con gluten: El trigo, cebada, espelta y kamut son cereales con gluten. El gluten puede ser claramente un alérgeno para nuestro cuerpo, causando una reacción inflamatoria por parte del sistema inmune.
- Aceites vegetales: Son muy ricos en omega-6 y un abuso de su consumo desequilibra la ratio entre ellos y los omega-3, conllevando una reacción de inflamación en el cuerpo. Por eso es recomendable cocinar con la mínima cantidad de aceite como sea posible.
- Alcohol: Aumenta los niveles de inflamación y contribuye a la permeabilidad intestinal, que facilita el paso de toxinas intestinales al torrente sanguíneo, afectando el funcionamiento orgánico general.
¿Qué alimentos son antiinflamatorios?
Te compartimos algunos alimentos que debes integrar en tu alimentación para lograr una limpieza en tu organismo y así, de forma progresiva, una desinflamación.
- Alimentos naturales: En realidad, las bases de esta dieta antiinflamatoria se fundamentan en una alimentación saludable y natural, mínimamente procesada. La filosofía de base es que nuestros antepasados comieron una dieta basada principalmente en plantas y algunos animales salvajes, y eso es lo que, evolutivamente, se supone que nuestro cuerpo necesita para resolver procesos patológicos naturales, como es el caso de la inflamación.
- Alimentación equilibrada: La dieta antiinflamatoria debe proporcionar un equilibrio saludable de macronutrientes: proteínas, carbohidratos complejos, verduras y grasas de calidad en cada comida. Es importante también que nos aseguremos de satisfacer también las necesidades de vitaminas, minerales, fibra y agua.
- Frutas y vegetales: Ricos en antioxidantes y flavonoides que ayudan a reducir la inflamación. De hecho, la dieta vegetariana ha demostrado poseer grandes propiedades antiinflamatorias. Prioriza los siguientes vegetales: coliflor, brócoli, col rizada, rábano, pimiento y espinaca. Ahora, para potenciar tu sistema inmunológico, consume las siguientes frutas: arándanos, moras, cerezas, fresas, tomate y durazno.
- Huevo: Prioriza el consumo del huevo debido a que mejora indicadores de inflamación en algunas personas y posee mucha proteína.
- Pescado azul: Son fuentes de Omega 3 y vitamina D, se asocian con menores tasas de inflamación, gracias a sus ácidos grasos EPA y DHA que reducen los marcadores inflamatorios. Consume estos pescados: sardinas, trucha, arenque y salmón.
- Avena: posee capacidad antioxidante principalmente debido a la presencia de diferentes fitoquímicos como tocoferoles, tocotrienoles, ácido fítico, flavonoides y compuestos fenólicos no flavonoides como las AVA. Los principales ácidos fenólicos en la avena son ácido ferúlico, p-cumárico, cafeico, vanílico, hidroxibenzoico y sus derivados.
- Chocolate: Consume el negro o cacao puro que ayudan a reducir la inflamación, pero deben tener un mínimo 70% de cacao.
- Especias y plantas: Algunas son muy interesantes en la lucha contra la inflamación, como el jengibre o kion, la cúrcuma, la canela, ajo, algas y clavo. Estas plantas poseen propiedades antiinflamatorias, como el té verde.