Una joven universitaria de Massachusetts, Any Lucía López Belloza (19), fue deportada a Honduras cuando viajaba desde Boston a Texas para sorprender a sus padres por el Día de Acción de Gracias. Poco después, agentes de inmigración llegaron a la casa de la familia en Austin, donde residían sus padres, lo que generó alarma en la familia, que asegura no haber recibido ninguna orden judicial que justificara esa acción.

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De acuerdo con el relato del padre, Francis López, él se encontraba lavando su coche cuando observó que una camioneta blanca pasó por la cuadra y, instantes después, aparecieron otros dos vehículos sin distintivos. Entonces, uno de los agentes, que portaba un chaleco con las siglas “ERO” (de ICE), corrió hacia él sin decir una palabra.
El hombre dice que entró corriendo al jardín trasero y cerró la puerta, pero los agentes la forzaron e ingresaron a la vivienda. Tras cerca de dos horas, se marcharon sin llamar, tocar la puerta ni entregar documentos. "Todo pasó muy rápido… Estamos asustados, especialmente por nuestras hijas", declaró. La abogada de la familia, Kristin Etter, señaló que los agentes "no tenían papeles ni orden de detención".
Deportación de estudiante genera versiones enfrentadas
López Belloza fue detenida en el aeropuerto de Boston el 20 de noviembre, y posteriormente ICE la deportó a Honduras en apenas dos días, a pesar de que una orden judicial supuestamente le prohibía salir de Massachusetts.
Las autoridades de inmigración afirman que existía una orden de deportación emitida en 2015. Sin embargo, la defensa sostiene que la joven nunca fue notificada y que su expediente fue cerrado en 2017.
Su abogado, Todd Pomerleau, asegura que ICE volvió casi imposible localizar a López Belloza mientras la deportaban, pues "literalmente tenemos que adivinar no solo dónde está nuestra clienta, sino también por qué la tienen detenida, ya que no nos dan ninguna información".
La familia, que huyó de Honduras cuando Any era niña, denuncia que estas acciones, la deportación sorpresiva y la aparición de agentes sin orden visible en su hogar, representan un ejemplo del endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos y del impacto directo sobre familias con un estatus migratorio vulnerable.