Sin muchos problemas, la selección de Rugby 7 de Fiji derrotó 43-7 a Gran Bretaña, nación que inventó este juego, y con ello hizo historia al conquistar la primera medalla de la pequeña nación en la historia de los Juegos Olímpicos.
El equipo, conformado por Jasa Veremalua, Semi Kunatani, Leone Nakarawa, , Jerry Tuwai, Samisoni Viriviri, Vatemo Ravouvou y Osea Kolinisau, abanderado de Fiji en la inauguración, encontró la senda del triunfo bajo el mando de Ben Ryan, británico que irónicamente dirigió al Seven de Inglaterra de 2007 a 2013 y a quienes humilló en la final por el metal áureo.
Desde su llegada a Fiji en 2013, Ryan tuvo que trabajar sin sueldo durante los primeros meses y tuvo que implementar medidas para tener un equipo competitivo, tales como el prohibirles desvelarse en sus redes sociales y mejorar su físico, el cual no era mejor que el del entrenador. Inclusive tuvo que poner de su bolsillo para satisfacer ciertas necesidades, como el pagar la gasolina para el autobús del equipo.
Los primeros frutos surgieron en 2015, cuando ganaron la Serie Mundial de Rugby 7 y repetir la hazaña al año siguiente, situación que los colocaba como serios contendientes al oro olímpico. Ya en Río de Janeiro, su camino rumbo al podio fue perfecto: victorias sobre Argentina (21-14), Estados Unidos (24-19), Nueva Zelanda (12-7), Japón (20-5) y Gran Bretaña (43-7).
Si bien no es la primera vez que el archipiélago participa en la justa veraniega, lo cierto es que de sus trece participaciones desde Melbourne 1956, lo cierto es que nunca habían avanzado más allá de las primeras rondas en las disciplinas en las que participaba. Prueba de ello es la edición que se está llevando a cabo, donde el combinado de futbol no avanzó tras las golizas que sufrió ante Corea (8-0), México (5-1) y Alemania (10-0).
Fiji, país conformado por aproximadamente 300 islas, cuenta con poco más de 880 mil habitantes y tiene como deporte rey al rugby, al grado que para este partido se instaló una pantalla gigante en el estadio de Suva, la capital del país, para que las personas pudieran ver la mítica victoria.